Publicado en El Espectador el 16 de Octubre de 2025
Juan Carlos Echeverry, célebre economista neoliberal, cuenta que hace años, viajando desde Washington, diseñó un programa para cambiar la poco competitiva cultura colombiana inspirado en la importancia asignada al deporte en Norteamérica. Al aterrizar, ya sabía el costo: 35 millones de dólares. “Cinco disciplinas deportivas y tres académicas” bastarían para arrancar. Una década después, como Ministro de Hacienda le dijo a Juan Manuel Santos “vamos a montar esto… lo primero es el deporte”. El presidente lo respaldó.
“Empezamos con 600 mil niños, de todo el país… Se ganaba en competencias intramurales, en los barrios, en los municipios, luego el departamento y la nación”. En fútbol escolar, por ejemplo, ganaba un premio el equipo, otro el entrenador y otro el colegio. Eso alineaba el sistema educativo con la familia. Para el galardón nacional, “los traíamos hasta Bogotá”. Su entusiasmo al recordar es arrollador. “Tuve indígenas de Mitú que vinieron en canoa… luego los trajimos en avión… y el presidente fue a la premiación”.
El programa tuvo oposición. Para la Mineducación eso no estaba en sus programas. Echeverry reviró: “son 35 Millones de dólares. Le doy esa plata, pero si no lo hace, no le doy nada”. Ese dinero era para el programa bautizado Supérate… “con el deporte y con el saber”. Una funcionaria convencida con la idea “era de tercer nivel en Coldeportes”. Al reclutarla, por sus contactos, el éxito fue rotundo. “Llegamos a 3 millones de niños”. Enfrentaron tremendos obstáculos. “La guerrilla secuestró al de Supérate”. El rehén llegó al campamento y el comandante lo liberó: “felicitaciones, es lo que hay que hacer en este país. Nosotros los apoyamos, muy bien, sigan así”. Como si faltara otro espaldarazo, “los paramilitares secuestraron al de Supérate”. También lo soltaron y reiteraron la importancia del programa. “¿Sabes quién ganó la competencia de inglés? una niña de Popayán… ¿Y matemáticas? Un niño de Tame… Todo el mundo participó”. Siendo el mismo equipo que desde un colegio alcanzaba pantalla nacional, cuando volvían al pueblo “los recibían en carro de bomberos”.
Con más fogosidad que modestia, Echeverry concluye: “eso es Colombia, eso es transformar un país, eso es la igualdad… es una vaina espectacular”. Desgraciadamente, el nirvana no aguantó el cambio de gobierno. Al llegar Iván Duque, “lo tachó, quitó toda filosofía -empezar con niños- volvió a las categorías infantil, juvenil, mayores … lo llamó Sacúdete… y lo volvió cosas de baile”. Supérate no sobrevivió a la economía naranja. A su vez, esa política para jóvenes, “antídoto contra la violencia”, con muchos polideportivos financiados por Fonsecon, un fondo para invertir en seguridad ciudadana, se enredó con acusaciones de corrupción. Desde la era Santos, La Silla Vacía, mostró que esos recursos “se usaban para mantener aceitada la coalición” entre alcaldes, políticos y contratistas.
En la misma entrevista, Echeverry recuerda su plan para combatir la corrupción en Ecopetrol. Por ser “un ejemplo terrible para la compañía” terminó la vinculación de un ejecutivo “con muy mala reputación… identificado como nocivo… por indicios fuertes de deshonestidad”. Hubo que pagarle una indemnización multimillonaria pero ese día quedó claro que “la gente que hace las patrañas y se comporta mal no se queda”. Como la directora de ética se negó a hablar sobre simples rumores de corrupción y se sindicalizó para blindarse, aumentó el poder de esa oficina. “Trajimos gente de la contraloría, la fiscalía, la procuraduría.. y una mujer con experiencia en cumplimiento y en ética, que ascendimos”. Echeverry creó la Vicepresidencia Corporativa de Cumplimiento (VCU) que fue fortalecida por su sucesor. Con el Gobierno del Cambio y Ricardo Roa al frente de la Empresa, un remezón en la cúpula sacó a la estrella anti corrupción y la VCU volvió a ser una Dirección. Las irregularidades en la era Roa empezaron por presuntas violaciones a los topes como gerente de campaña investigadas por el CNE y la CSJ. Siguió la compra de un lujoso apartamento antes de llegar al cargo que involucra “un conocido petrolero, vinculado a un proyecto gasífero de una filial” y, entre varias otras, la intromisión de su pareja, que ha sido llamado “a juicio disciplinario por anomalías en contratación”.
El neoliberalismo ingenuo, casi voluntarista, hace añorar postulados básicos de la escuela austríaca: Von Mises hubiese criticado a los economistas creadores de Supérate y Sacúdete “preocupados exclusivamente con las medidas gubernamentales. Esperan todo de la acción autoritaria y muy poco de la iniciativa de los ciudadanos emprendedores”. Luchar contra la corrupción desde el interior de una empresa implica renunciar “al monopolio de la coacción y la compulsión” que debe ser estatal, independiente y estable. Por eso los autócratas no se molestan en controlar “direcciones éticas” en cada entidad: buscan capturar fiscalías, agencias de inteligencia y oficinas de impuestos.
REFERENCIAS
Cendoya, Román (2025): “Fiscal general, desecho institucional”. The Objective, febrero 3
López Giraldo, Isabel (2024). “Juan Carlos Echeverry”. En Memorias Conversadas, 28 de julio
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Mazo González, Daniela (2025). “Luis Carlos Reyes denunció que “recomendado” de Roy Barreras, vinculado al caso ‘Papá Pitufo’, ahora manda en la Dian” Infobae, junio 28
Prieto, Jineth, Manuela Galvis y Danilo Arias (2021) "La Mermelada de Duque es Marca Sacúdete”. La Silla Vacía, octubre 19
Quintero, Juan Pablo (2025). “La Corte Suprema de Justicia de Colombia abre otra investigación sobre las cuentas de la campaña presidencial de Gustavo Petro”. El País, septiembre 29
Rodríguez Álvarez, Santiago (2025). “La Dni: de Agencia de Inteligencia Exterior a Servicio Secreto de Petro”. La Silla Vacía, Septiembre 9
RS (2023). “Atención: Ecopetrol anunció la salida de cuatro vicepresidentes. ¿Crisis dentro de la empresa?”. semana.com, agosto 17
TheFryeShow (2025). “Cómo salvar una empresa en crisis” - Entrevista a Juan Carlos Echeverry, #311, agosto 7
Torres Lasso, Juan Diego (2025). “Procuraduría llamó a juicio disciplinario a Julián Caicedo, pareja de Ricardo Roa, por anomalías en contratación”. El Tiempo, junio 17
UI ET (2023) “La historia detrás del apartamento 901 que R. Roa compró antes de llegar a Ecopetrol”. Unidad Investigativa, El Tiempo, diciembre 16
Von Mises, Ludwig (sf). Caos planificado. Epílogo al Socialismo. InstitutoMises