viernes, 14 de febrero de 2025

La descomposición y putrefacción del sancocho nacional

 Publicado en El Espectador, Febrero 20 de 2025


“El caos también es la posibilidad del nacimiento y de la transformación. Desde ahí se gesta la revolución…. Que arda y se queme todo y que desde esas cenizas nazca una nueva patria. ¡Adelante, presidente! ¡Hasta la victoria!”


La proclama es de Levy Rincón, un YouTuber con unos 700 mil seguidores en Notiparaco y luego en La Cloaca. Como candidato, Petro asistió varias veces al primero. Algunos lo consideran bodeguero porque recibió “dinero de entidades como Prosperidad Social y el Ministerio de Educación”. Su narrativa es escueta: en Colombia siempre hubo corrupción -algo innegable- pero Petro la está erradicando, pretensión que ni él mismo debe creer. Ignorando ese enredo, el desastre de seguridad es incontrovertible y puede asociarse al pasado guerrillero del gobierno. El actual Alto Comisionado para la Paz y su asesor clave, Álvaro Jiménez, ambos ex M-19, debieron pensar que desarmar varios  y diversos grupos criminales era tan sencillo como fue en el pasado impulsarlos a la guerra con retórica de paz. 


@majanmz                         

Levy Rincón asimiló la narrativa que evolucionó desde sancocho con violencia camuflada de diálogo hasta actitud victimista y violenta contra la oligarquía. Nacido después de la Toma de Palacio, Rincón no vivió las travesuras criminales del M-19 sino la imagen ya blanqueada de una guerrilla siempre obsesionada por la paz, no por tomarse el poder. Nunca oyó historias sobre la primera narcoguerrilla aliada con grandes capos tras el secuestro de Marta Nieves Ochoa. Mucho menos sobre algunas insólitas andanzas contadas años después por ex combatientes que recuerdan su encuentro con autodefensas del Magdalena Medio y Gonzalo Rodríguez Gacha como anfitrión. Según ellos, el loable propósito era promover la paz. “Construir otra visión, un nuevo escenario para las generaciones por venir”. El mismo relato revela razones más verosímiles para tales encuentros. “Pensaban que manejábamos técnicas y tácticas novedosas… Estaban muy interesados en operaciones de infiltración con pequeños comandos”. 


Como asunto muy reservado, comandantes que reportaban directamente a Carlos Pizarro establecieron una larga relación con líderes paramilitares. Según su testimonio, los vínculos fueron estrechos. “Me vuelvo asiduo visitante de Puerto Boyacá. La confianza, de parte y parte, es cada vez mayor… Ya no me alojo en el hotel sino en la casa de Henry (Pérez)… En Puerto Boyacá tenían un radio que pusieron a mi servicio, y utilizaba las claves de nuestro sistema de comunicación”. Cuando Ariel Otero, sucesor de Henry Pérez, abandonó Puerto Boyacá dejando acéfalas las autodefensas, quienes quedaron, empeñados en liquidar a las Farc, anotaron que “nunca compartimos su acercamiento con el M-19, en particular con Otti Patiño y Alvaro Jiménez”. 


La supuesta misión era conocer a fondo las autodefensas e involucrarlas en el propósito de la paz. Pizarro “estaba convencido de que una solución civilizada al problema del narcotráfico había que encontrarla entre todos. Buscó establecer contactos con todos los actores armados y les propuso incorporarse a un proceso de construcción de una nación incluyente, democrática y pacífica”. El legado de Bateman -locura, magia y cadena de afectos- permitiría,  en plena guerra sucia, alcanzar la paz. 


Con esas amistades, los eclécticos subversivos aprendieron lecciones sobre el conflicto. Uno, el riesgo político y militar, por el repudio que generaba, de financiarse con secuestros. Dos, la comodidad del narcotráfico: alcanzaba para comprar armas, mantener ejércitos y lograr apoyo político. El relato paramilitar los convenció: traficando droga “pudieron pagar y mantener un ejército, una fuerza armada estable; tenían abundancia de comida y de material de guerra”. Los paras fueron pedagógicos: “para mantener el amarre con los campesinos compramos la emisora Caracol en el pueblo. Queríamos hacer política directamente, como autodefensas. Mandamos arreglar el estadio, financiamos equipos de fútbol, patrocinamos reinados. Y la gente sabía que era obra nuestra, sin ningún auxilio, ni nacional ni departamental”. Para ellos, neoliberales, el Estado siempre ha sido superfluo. 


Otro elemento asimilado por el M-19 fue que una buena estructura militar podía generar recursos directamente. “Se venía construyendo una eficaz máquina militar que le vendía servicios no sólo a la gente de la región, sino que también hacía tareas por encargo en otros sitios del país”. Sicarios para la paz. 


En el Consejo de Ministros del 4 de febrero, el término revolución (o revolucionario) se oyó casi 60 veces; las palabras paz o Cambio menos de 40. Pero este gobierno jamás será recordado por impulsar una revolución pacífica como la de López Pumarejo, presidente oligarca con hijo corrupto que aún así logró verdaderos cambios. La perorata incendiaria de Levy Rincón es un llamamiento al pueblo para defender con violencia el mandato de su auto proclamado líder quien debería evitar ese tipo de apoyos. El paramilitarismo, que tan bien conoció el M-19, siempre acecha para resolver enfrentamientos de manera tan eficaz como criminal.


REFERENCIAS


COPP (2002) Corporación Observatorio para la Paz. Las verdaderas intenciones de los paramilitares. Bogotá: Intermedio


ET (1991). “El ex comandante dejó deudas por $250 Millones” El Tiempo, Dic 24


ET (2024) "El exM-19 y asesor del Comisionado de Paz al que le atribuyen poder en millonarios convenios". El Tiempo, Nov 22


ET (2024) “Álvaro Jiménez, asesor clave del comisionado Otty Patiño, niega inhabilidad en caso de desminado humanitario”. El Tiempo, Nov 24


Gómez, Licsa (2025). “Daniel Briceño destapó nuevos contratos del ‘influencer’ petrista Levy Rincón con el Gobierno: recibió millonada por publicidad”. Infobae,  Febrero 1


L2O (2022). “Levy Rincón, el patán de Twitter que le ha quitado millones de votos a Petro”. Las2Orillas, Mayo 31


Rubio, Mauricio (2008). "Hágale hermano - Secuestro, narcotráfico y otras alegres audacias del M-192. Documento de Trabajo no publicado








sábado, 8 de febrero de 2025

Sancocho de sectarismos en un reality show inolvidable e indigesto

 Publicado en El Espectador, Febrero 13 de 2025 

Se requerirá tiempo para asimilar el Consejo de Ministros, con enfrentamientos y cadena de afectos que alcanza al fundador del M-19.


En paralelo a la ilusa pretensión de una exhibición de democracia, la cumbre provocó serias críticas desde la izquierda no fanática. “La idea de que mostrar en público la disfuncionalidad es una muestra de transparencia sólo indica que uno vive en estado de negación” anotó Mario Jursich. Insistió que “otra izquierda es posible”, mensaje que reiteraron personas arrepentidas de su voto petrista. “Fue doloroso… Me voy a llorar” trinó Margarita de Francisco con eco  en El País español. “Hay algo realmente maléfico en la autodestrucción de Petro y da ansiedad su despliegue de resentimiento” remató Carolina Sanín; su monólogo sobre esa misa negra mejor oírlo entero.  


 Caricatura Majan       


Imposible saber la audiencia del video de seis horas. Una muestra de la profusión de clips destaca, cual comentarista de artes marciales, que Petro “atacó a sus amigos de toda la vida” mientras defendió a los politiqueros de siempre. Una transcripción permite ordenar los múltiples temas abordados. Asunto crucial huérfano de análisis fue la fatídica reincidencia en la glorificación del pasado guerrillero y, sobre todo, idealizar un personaje tan nefasto como Jaime Bateman Cayón, muy evocado con su vacua metáfora del sancocho nacional. Por fortuna, esta vez sin bandera. 


De manera irrespetuosa y agresiva, el presidente negó su sectarismo para achacárselo a su gabinete. “Es una pelea entre ustedes. Eso se llama sectarismo, porque ya lo habían previsto antes. Y el presidente no se deja encerrar… a mí me han expulsado de partidos de izquierda por el sectarismo y yo no soy de una secta”.  Sin embargo, había subrayado los logros del más pernicioso fanatismo el que provoca un partido político. Peor aún, lo vinculó orgullosamente a un grupo armado que nunca se arrepintió, ni pidió perdón, sino que deformó su historia. “Si no se hace un sancocho, lo dijo Bateman, no se gana. Por eso la izquierda nunca ganó el poder en Colombia, fuimos nosotros. El que derrotó a Uribe fuimos nosotros, el que hizo la Constitución fuimos nosotros. Nosotros hemos sido transformadores de este país con nuestros errores…. Entonces, el gobierno sigue siendo sancocho, y en el sancocho encontramos la revolución”. 


Los gloriosos lazos entre lucha armada y política partidista fueron explícitos: “el único lugar del que no me han echado es el M-19 que fue mi único partido”. Confirmó que “la gente del M-19 forma secta, porque vive la nostalgia”. Este peculiar sectarismo no es político, ni ideológico, ni religioso. Es un espeso sancocho cocinado con armas, militancia, combates, crímenes y la arrolladora capacidad de seducción de Jaime Bateman. “Era un hombre que enamoraba” anota la hermana de Carlos Pizarro. “Desde el primer instante sentí su magnetismo -confirma una de sus novias- él utilizó a todo el mundo, pero todo el mundo se dejaba utilizar… uno se volvía su incondicional”.  “Me conmueve, me emociona tener un jefe como él” corrobora otra amante guerrillera.


Como si este empalagoso plato no bastara, esperando contrarrestar el rechazo al nuevo jefe de gabinete, Petro lo comparó con el inmortal comandante. “Benedetti está al lado mío porque sí tiene una especie de virtud, que es ser loco, (como) era Bateman… Benedetti tiene un toque, que es la magia”. El elogio de la locura del Flaco viene de lejos: “él es un loco y yo también soy un loco. De la locura de él yo me alimento y de la locura mía él se alimenta. Me seduce su versatilidad… con mucho amor, lleno de amor todo el tiempo” anota un dramaturgo. El escéptico Antonio Caballero admitió que “el Flaco me pareció un tipo absolutamente arrollador, de simpatía y de inteligencia”. Alfredo Molano, que lo conoció, quedó debiendo “los lados flacos del Flaco, sus contradicciones, sus vicios, sus bajezas”. 


Equiparar al jefe de gabinete con el Flaco es un disparate. En común tienen el acento, la misoginia y, con distinta gravedad, su desapego al código penal. Pesan más las diferencias, pero lo que realmente distancia a Benedetti de Bateman, y de Petro, es no haber sido compañeros de armas. Ese singular y poderoso sectarismo lo corroboró otro ex M-19 en el Consejo al rechazar de plano la comparación de Benedetti con Bateman, “el hombre caribe, limpio, transparente, alegre, que nos enseñó a luchar con alegría. La revolución es una rumba, es el sancocho nacional”.


Una nueva facción la formará, sí o sí, el mandatario que se declara no sectario pero controla férreamente otra secta más sólida y rancia. El benedettismo reclutará “usando chantajes para socavar un sueño” como precisó Francia Márquez. Si ella rehúsa someterse, de pronto la dejan sin sancocho.


                                                                                                              Caricatura Majan  


REFERENCIAS


Consejo de Ministros  Febrero 4 de 2025


Transcripción del Consejo  tomado de @ranoguera


Bateman, La Revolución es una fiesta


Botia Méndez, Juan David (2025). “Rating Colombia: el Consejo de Ministros se tomó la audiencia en la noche del 4 de febrero”. Infobae, Febrero 5


Rubio, Mauricio (2014). “Un comandante arrollador”. El Espectador, Abril 24


Sanín, Carolina (2025). "La misa negra de Gustavo Petro". Monólogo - Cambio, Febrero 9


Villamizar, Darío (1995) Jaime Bateman. Un profeta de la paz. Siporcuba


Villamizar, Darío (2007). Jaime Bateman. Biografía de un revolucionario. Bogotá: Intermedio Editores









lunes, 3 de febrero de 2025

Tras la tragedia del Potomac, Trump demostró incoherencia y cero compasión

  Publicado en El Espectador, Febrero 6 de 2025


“¿Qué quiere que haga? ¿Ir a nadar?”, fue la macabra broma del presidente  norteamericano ante la pregunta de rigor en una rueda de prensa: si iría a visitar el sitio del accidente aéreo con 67 muertos. 


Aunque de inmediato anotó que planeaba reunirse con familias afectadas, el daño estaba hecho. Fue otra manifestación de su carácter disparatado e irredimible. Mucho más se espera del presidente de un país tan influyente, cuyo rol sobrepasa las funciones ejecutivas en el gobierno. Es su deber “actuar como voz emocional y empática de la nación ante acontecimientos trágicos inesperados. Expresar dolor y consolar. Revelar humildad y demostrar gracia. Servir como modelo de comportamiento estoico, articular valores y defender normas”. 


Michael Whitaker, exdirector de la Administración Federal de Aviación (FAA), renunció a su cargo el día de la posesión de Trump. Su dimisión habría sido provocada por Elon Musk, al criticarlo públicamente y exigirle renunciar. La FAA había anunciado multas superiores a 600 mil dólares contra SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk, por infracciones de seguridad. Cuando ocurrió  el accidente, la FAA estaba acéfala. Además, con los ajustes al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Trump eliminó el Comité Asesor de Seguridad de la Aviación (ASAC) que asesoraba a la instancia responsable (TSA). 



Nadie se atrevería a insinuar que estas medidas de poda burocrática pudieron contribuir al infortunio sobre el Potomac. Pero sí son reveladoras de la manera como Trump achacó, delirante y cínicamente, la responsabilidad a las decisiones políticas de sus antecesores, y en particular a los programas de diversidad e inclusión emprendidos, según él, por las administraciones Obama y Biden. Su evaluación del impacto de ciertas políticas es tan rigurosa como su análisis de las causas técnicas y humanas del accidente sobre las que admite tener “opiniones fuertes”. El piloto del avión, según el nuevo jefe Caja Negra “estaba haciendo todo bien pero por alguna razón había un helicóptero a la misma altura y volando en ángulo. Fue increíblemente torpe… Simplemente siguió su camino. Hizo un pequeño giro, pero ya era demasiado tarde. No debería haber estado a la misma altura porque si no lo estuviera, podría haber pasado por debajo o por encima".


La tensión entre la aparente necesidad de aumentar el número de controladores aéreos y la obsesión por recortar la nómina del gobierno federal liderada por Elon Musk ya abrió una grieta en la primera línea de colaboradores del presidente. Susie Wiles, jefa de gabinete de la Casa Blanca y pieza clave para la victoria de Trump, logró limitar el acceso directo de Musk desterrándolo con su equipo lejos de la Oficina Oval y filtrando los informes provenientes de su despacho. 


Caricatura de https://x.com/majanmz


Sobre la seguridad en la aviación civil persiste un serio problema, con mayores repercusiones, costos e incomodidades para el resto del mundo, y es su relación con la supuesta prevención del terrorismo que, a su vez, está estrechamente asociada con la visceral aversión trumpista a la inmigración. En 2017, Washington hizo un llamado para “el compromiso compartido de elevar el nivel de seguridad de la aviación mundial”. En el DHS estaban convencidos de que varios grupos terroristas tenían como objetivo los aviones que volaban hacia EEUU. Apenas dos meses después de su posesión, Trump decidió repentinamente prohibir el uso de portátiles y otros dispositivos más grandes que un celular en vuelos desde 10 aeropuertos de Oriente Medio y el norte de África. El Reino Unido imitó la medida. Hacia el verano era claro que Washington extendería el veto electrónico a todos los vuelos que llegaran al país. La Unión Europea lideró esfuerzos para argumentar que la medida era peligrosa por el gran número de baterías de litio potencialmente inestables en la bodega de equipajes. Las autoridades norteamericanas cedieron a cambio de hacer controles adicionales en el último punto de salida en los aeropuertos. 


Es imposible saber si estas medidas han servido para prevenir ataques pero son frecuentes las críticas que es más teatro que sustancia. De hecho, la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) no ha impedido ningún ataque terrorista deteniendo armas o elementos peligrosos en los puestos de control. Además, según el Washington Post, “mientras las fuerzas de seguridad no desarrollen la capacidad de reaccionar ante los terroristas en cuestión de segundos, los aeropuertos seguirán siendo vulnerables a ataques como el de Estambul”: en 2016 un atentado con armas y bombas en el aeropuerto Atarturk dejó 41 personas muertas y 230 heridas.  Falta que alguna agencia trumpista evalúe si solo importa la seguridad de las víctimas con US passport y que el staff de Musk minimice el costo de super agentes siempre alertas. Y privados, por supuesto.


REFERENCIAS


Blumenthal, Sidney (2025). “The tragic air collision revealed Trump’s rancid, irredeemable character once again”. The GuardianFeb 1 


Calder, Simon (2017). “US airport security: How Trump's latest travel and laptop ban has changed travelling to America”, IndependentOct 26


Dougherty, Michael (2025). “FAA Administrator Quit on Jan. 20 After Elon Musk Told Him to Resign”. Daily BeastJan 29


Funk, Josh (2025). “Trump fires heads of TSA, Coast Guard and guts key aviation safety advisory committee”. Los Angeles TimesJan 22


Halsey, Ashley (2016). “Airports are vulnerable terror targets unless security reacts in seconds”. The Washington PostJune 29



NTSB (sf) “Aviation and Plane Crash Statistics”. National Transportation Safety Boardvarios años


Sanz Sieteiglesias, Esther (2025). “Susie Wiles, la “dama de hielo”, pone en su sitio al multimillonario Elon Musk”. Artículo14Enero 28


Whisnant, Gabe & Monica Sager (2025). “Donald Trump Blames Obama, Biden, DEI for DC Plane Crash”. NewsweekJan 30



domingo, 26 de enero de 2025

La gran hipocresía trumpista: inmigrantes y prostitución

 Publicado en El Espectador, Enero 30 de 2025  


En la febril actividad con la que inició su mandato, Donald Trump silenció la memoria histórica. La razón es simple: prefiere no recordar que su abuelo alemán emigró para hacer fortuna en Norteamérica con negocios que ofrecían “compañía femenina”.


Gwenda Blair, autora the The Trumps: Three Generations That Built an Empire, cuenta la saga familiar desde la llegada a Nueva York en 1885 de Friedrich, un alemán de 16 años. Tras un lustro ya hablaba inglés y era Frederick, ciudadano norteamericano, que en la zona roja de Seattle abría un bar restaurante con “habitaciones privadas para damas”.


A finales del siglo XIX, con la fiebre del oro en Yukon, Canadá, el inmigrante  germano expandió operaciones. Su nuevo establecimiento hotelero New Arctic, fue reconocido como el mejor de Bennett, un pujante pueblo después abandonado. Un lector del periódico local recomendaba a las mujeres respetables no dormir allí pues “podrían oír cosas repugnantes para sus sentimientos y, además, en boca de depravadas de su mismo sexo”.



Para 1900 Trump vivía en White Horse, un pueblo al final del ferrocarril recién construido al sur de las explotaciones de oro. Montó otro restaurante muy bien localizado, al frente de la estación, pero en un terreno sin escrituras. También ofrecía a los clientes “un bar, instalaciones de juego y áreas separadas, cerradas con cortinas de terciopelo oscuro, para las ‘damas deportistas’". Resumiendo, el abuelo de Donald fue un proxeneta. 


Aunque no sabía que el oro de Yukon se agotaba, enfrentó un problema urgente: La Policía Montada anunciaba suprimir el juego y la venta de licor, además de erradicar las “damas escarlata” del centro. No esperó a confirmar si su restaurante sobreviviría. Como muchos buscadores de oro partió con la pequeña fortuna que había amasado, más de medio millón de dólares actuales. 


Un año después, al visitar a su madre en la ciudad alemana de Kallstadt, se casó con una vecina, Elizabeth Christ, que tenía 5 años cuando él emigró. Regresó con ella a Nueva York y trabajó como barbero y administrador de restaurante siempre atento a nuevas oportunidades. Pero ella añoraba a su familia y regresaron a Alemania donde Frederick enfrentó un inesperado escollo burocrático: había emigrado demasiado joven para prestar servicio militar y regresaba cerca del plazo para no estar obligado. Pensó que sería suficiente depositar su dinero en la tesorería municipal pero las autoridades regionales se opusieron. Los recién casados no pudieron recuperar su ciudadanía alemana ni extenderla a su hija y fueron deportados. Trump lo tomó como un simple revés: haría fortuna en el nuevo mundo. Hacia 1910 ya había encontrado cómo. El condado de Queens en NY era entonces un barrio poco desarrollado pero con futuro. Frederick compró suficientes terrenos para convertirse en magnate inmobiliario. Lamentablemente, con apenas 49 años, murió por la epidemia de gripa española dejando a su hijo Fred, demasiado joven, a cargo del negocio. 


A primera vista, Fred era el polo opuesto de su padre: metódico y trabajador, “mantuvo la cabeza baja, se ocupó de los detalles y se concentró en el trabajo 24 horas del día, 7 días por semana”.  Durante la Gran Depresión, cuando la construcción se estancó, administró una tienda de comestibles manteniendo el radar sobre oportunidades de negocios no siempre legítimas. Cuando supo de audiencias judiciales sobre los activos de una empresa hipotecaria local, “no dudó en presentarse como un próspero ejecutivo inmobiliario. Era una mentira rotunda, pero le sirvió para convertirse en uno de los mayores promotores inmobiliarios de Brooklyn y Queens”. Después, cuando las garantías respaldadas por el gobierno y las reducciones de impuestos le permitieron construir miles de viviendas, se las ingenió para aprovechar las lagunas en la regulación y multiplicar sus beneficios. 


Lo que se hereda no se hurta. En la dinastía creada por el inmigrante alemán nadie desafiaba sus órdenes ni, después, las de su hijo Fred, “un hombre increíblemente frío y malvado”, padre intransigente a quien todos temían y que sólo le hablaba a los hijos varones. “Crecí en un sistema muy patriarcal. Había mucha misoginia, y ser chica en esa familia era automáticamente un obstáculo” recuerda Mary, nieta de Frederick. 


Cicatero y minucioso como su padre, Donald se hizo cargo del negocio familiar de construcción en los setentas. Para reducir los costos de su ostentosa Trump Tower no tuvo inconveniente en contratar “trabajadores polacos indocumentados a quienes les pagaba en negro y que dormían en la misma obra”.  


El nuevo presidente planea, básicamente, aplastar el sistema de inmigración que Biden trató de recomponer tras el primer cuatrienio trumpista. Al locuaz afiebrado por deportar gente sin papeles, convendría recordarle su origen y su pasado. Y coronar con una enfática recomendación: ¡Desfronterízate, NP! (Nieto de Proxeneta)


REFERENCIAS


Gracias a Rafa por la "pulga en la oreja"


Bier, David (2025). “Biden Fixed the Immigration System that Trump Is Once Again Smashing”, The Unpopulist, Jan 24


Blair, Glenda (2015). “The Man Who Made Trump Who He Is”. Politico Magazine, Agosto 24 


Cole, Dermot (2015). “Donald Trump's grandfather got rich in the Yukon with hotels known for 'female companionship’”. Anchorage Daily News, Julio 7


Friedman, Chloé (2024). “Qui est Fred Trump, ce père redoutable qui a façonné Donald Trump ?”. Madame Figaro, Nov 24