martes, 29 de marzo de 2022

De Montonero a millonario

 Publicado en El Espectador, Marzo 31 de 2022


Cuando en septiembre de 1974 los Montoneros secuestraron a los hermanos Juan y Jorge Born ya tenían tan aceitada su maquinaria extorsionista que empezaron pidiendo por su rescate cien millones de dólares de la época, unos trescientos millones de hoy. 


“Tenemos experiencia y hemos cumplido siempre nuestros compromisos. Si no lo hiciéramos nos quedaríamos sin la fuente de financiación de nuestras actividades. Las empresas dejarían de pagar y sería nuestra quiebra… pueden preguntar a Philips, Standard Electric, Cervecería Quilmes y Peugeot. Hemos hecho negocio con ellos y siempre hemos cumplido con nuestra palabra” le dijo el carcelero a Jorge Born. Sólo mencionó los casos más sonados, los que habían tenido difusión en los medios. Hubo muchos en los que lograron atemorizar de tal manera a las víctimas que una vez liberadas silenciaban su cautiverio. En el sector vitícola, por ejemplo, “por temor a represalias y nuevos hechos de violencia, las familias de secuestrados han evitado sistemáticamente revelar datos de estas experiencias” y solo hace pocos años empezaron a contar sus historias. 


Curtido negociante, el rehén no regateó demasiado: ofreció 30 millones por cada hermano, acordaron esa suma y eso fue lo que terminarían pagando. 



Born les había dicho a sus captores que su padre no se dejaba chantajear. Hijo de una alemana protestante muy estricta, de moral puritana, vida austera y trabajo duro, nunca cedió a las presiones. Para ellos fue fácil convencerlo matando gerentes de su empresa. De todas maneras, Born les hizo caer en cuenta que el rescate lo tendrían que cobrar en billetes de denominaciones pequeñas que pesarían unas tres toneladas. A pesar de estar metidos de lleno en el mundo financiero más corrupto acusaban a los cautivos de diversos delitos económicos: “ su explotación de nuestro pueblo es de máximo grado… ustedes representan las maniobras monopólicas, el poder al servicio de la dependencia y son los responsables de desabastecimiento, evasión de impuestos y acaparamiento de mercaderías que el pueblo necesita”. Por eso los sometieron a un juicio sumario en el que fueron condenados a pagar. 


En forma premonitoria, Rodolfo Gabriel Galimberti, el jefe carcelero le dijo al mayor de los Born: “usted quiere conservar la vida. Nosotros queremos cobrar el dinero. De aquí en adelante somos socios”.


Galimberti, El Loco, nació en1947. Su familia era católica y en extremo conservadora. Su padre, un marino “severo, peronista y nacionalista” le enseñó a disparar con una pistola belga al fondo del jardín de su casa. A los cinco años ya podía “mantener el cuerpo rígido, soportar la presión del disparo, cargar y descargar el arma, y luego limpiarla y guardarla”. Considerado un chico violento y soberbio desde pequeño, también era inteligente y precozmente orientado hacia la discusión política. Buscaba amigos mayores que él y así conoció al líder del grupo nazi-fascista Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara que perseguía jóvenes comunistas. De esta organización de extrema derecha saldrían varios miembros de grupos armados peronistas de izquierda. 


Con tan solo quince años fue detenido por un ataque con arma blanca. Recibió condena de tres meses en un centro de jóvenes. Al salir se hizo muy amigo del rector del colegio al que le divertían las gamberradas de Galimberti, le inculcó valores como la pluralidad de opiniones y lo convirtió al peronismo. Por aquella época conoció a su primera novia que tenía varios tíos militares. Uno de ellos  lo volvió a llevar al campo de tiro y le regaló su primer arma. 


Al terminar el bachillerato decidió estudiar derecho, buscó militar en varias organizaciones que creía interpretaban el caldeado ambiente político y acabó fundando su propio grupo : las Juventudes Argentinas por la Emancipación Nacional (JAEN). Con línea peronista nacionalista la organización se fue radicalizando hacia la izquierda. En 1971 su primer manifiesto, “De la resistencia a la ofensiva“, dejaba claro que “en la época del imperialismo la contradicción fundamental se da entre las metrópolis y sus colonias y caracterizamos a nuestro país cómo una sociedad industrial dependiente, la lucha por la Emancipación Nacional es un imperativo histórico“.


En mayo de 1970 un nuevo grupo, Montoneros, secuestró y fusiló al ex dictador Pedro Eugenio Aramburu y Giamberti se sintió atraído por esa organización. Se fijó un objetivo doble : acercarse a la dirigencia del grupo que parecía acéfala y reunirse con Perón en Puerta de Hierro, la quinta madrileña donde pasó su exilio.  Logró ambas cosas. Perón lo recibió porque le llevaba una carta de Montoneros, quedó impresionado con la retórica del joven estudiante y aplaudió el ajusticiamiento de Aramburu : ”nada puede haber en la conducción peronista que pudiera ser interferido por una acción deseada por todos los peronistas” escribió el general en una carta que consolidó a Giamberti como líder de esa guerrilla urbana. Continúa.




REFERENCIAS



Robles, Adriana (2005). Perejiles. Los Otros Montoneros. Buenos Aires: Colihue 


Droznes, Lázaro (2014). El síndrome de Estocolmo. La increíble historia del secuestro de Jorge Born. Unitexto


Esteban, ängel y Stephanie Panichelli (2004). Gabo y Fidel. El Paisaje de una Amistad. Espasa


Marziotta, Gisela (2020). “La historia del exsecretario de la Juventud Peronista y miembro de Montoneros”. Página 12 varios números desde Mayo 19 hasta Juno 6


Otero, Rocío (2019). Montoneros y la Memoria del Peronismo. Prometeo Libros

Szulc, Tad (1986). Fidel. A critical Portrait. London: Hutchinson

lunes, 21 de marzo de 2022

Piketty, Orwell y sus distopías

 Publicado en El Espectador, Marzo 24 de 2022


Con su habitual ingenuidad, Thomas Piketty, enfant terrible de la economía global, le recomienda a su ubicuo y nunca bien definido dictador benevolente sancionar a los oligarcas rusos, no al pueblo. 


Sin siquiera esbozar una eventual hoja de ruta para su propuesta, sugiere imaginar nuevas y audaces medidas centradas en someter a los amigotes multimillonarios que han prosperado alrededor de Vladimir Putin para que tributen lo que les corresponde. 


Tras preguntarse por qué se ha avanzado tan poco en esa dirección, en un giro usual para analistas de escritorio, recurre a misteriosas conspiraciones orquestadas por un grupo tan etéreo como el de los afectados por sus políticas. “Los ricos occidentales temen que esa transparencia acabe por perjudicarlos. Esa es una de las principales contradicciones de nuestro tiempo”.


Remata con una perla, cómodamente escrita desde algún despacho o café parisino. “Se exagera el enfrentamiento entre democracias y autocracias, olvidando que los países occidentales comparten con Rusia y China una ideología hipercapitalista desenfrenada y un sistema jurídico, fiscal y político cada vez más favorable a las grandes fortunas. En Europa y Estados Unidos se hace todo lo posible por distinguir a los útiles y meritorios empresarios occidentales de los dañinos y parasitarios oligarcas rusos, chinos, indios o africanos. Pero la verdad es que tienen mucho en común. En particular, la inmensa prosperidad de los multimillonarios en todos los continentes desde 1980-1990 se explica en gran medida por los mismos factores, y en particular por los favores y privilegios que se les conceden”. Voilà !



El período 1947-1953, inicio de la Guerra Fría, se caracterizó por una dura y fanática confrontación ideológica. En los EEUU predominó el lema “mejor muerto que rojo”. Lo anterior a pesar de que este país había salido victorioso de la confrontación bélica, con cerca de la mitad del producto bruto global, un fuerte aparato militar recién construido y con perspectivas de una sólida expansión económica. No es fácil explicar tanta paranoia, ansiedad, miedo y odio provocado por su aliado para derrotar a los nazis. 


La desconfianza con los soviéticos venía desde la revolución de 1917 y fue reforzada por las purgas estalinistas de los años treinta. El individualismo, pilar de los valores norteamericanos, se consideraba amenazado por el énfasis rojo en la colectivización de actividades y del aparato productivo. A pesar de lo anterior, se buscó una alianza de conveniencia contra Hitler que se desvaneció al finalizar la guerra, cuando Rusia impuso gobiernos comunistas en Polonia, Rumania, Hungría, Bulgaria, Albania y Yugoslavia. 


Los americanos empezaron a ver la vida soviética como un inmenso campo de concentración en el que personas individuales eran totalmente aplastadas, convertidas a la esclavitud por unos pocos líderes fanáticos. Se pensaba que el Estado mantenía el control prácticamente sobre todo. Con alta tecnología, Stalin y el politburó habían puesto en marcha una sofisticada maquinaria basada en la fuerza física para aplastar la oposición y atropellar a la gente.  


Después de la Segunda Guerra las publicaciones sobre Rusia y sus países satélites prestaron mucha atención a las medidas destinadas al control de la mente y el lavado cerebral. Se imaginaban hordas de conformistas que aceptaban cualquier cosa de sus líderes. Stalin era descrito como un asesino paranoico dispuesto a medidas extremas para garantizar su seguridad personal. La desconfianza en el poder sin límite la reforzó una década de impresionantes logros económicos, en educación y salud contemplados en los planes quinquenales iniciados a final de los años 20. 


Cuando en 1949 George Orwell publicó su novela anti utópica 1984, el ambiente cultural norteamericano no podía ser más favorable para su éxito inmediato. Tanto entre académicos como entre el público, el esquema orweliano ilustraba a la perfección el totalitarismo soviético. El primer año se vendieron 400 mil copias y para principios de los 70s ya superaban los once millones. 1984 tuvo mucho mejor acogida en los EEUU que en Inglaterra en donde algunos críticos señalaron que el trabajo era “demasiado sombrío y constituía un super arma ideológica de la guerra fría”.


De acuerdo con George Woodcock, biógrafo de Orwell, y varios comentaristas de la época, 1984 buscaba describir no sólo el régimen soviético sino también las sociedades industrializadas occidentales, y en especial los EEUU. Woodcock insistía que se trataba de una crítica a la sociedad moderna. 



Con mucho menos gracia y lectores, Thomas Piketty hace lo mismo que el célebre novelista inglés. Pero Orwell es un autor de ficción y puede suponer lo que se le antoje, matizar hasta hacerlas desaparecer las diferencias entre uno y otro régimen mientras que Piketty, que pretende ser un académico serio y riguroso, no debería permitirse esas gaffes pueriles, ni tener una imaginación tan surrealista, sin el talento de Magritte. 






REFERENCIAS

Piketty, Thomas (2022). “Sancionar a los oligarcas, no al pueblo”. El País, Marzo 6

Smith, David A. (2010). “American Nightmare: Images of Brainwashing, Thought Control and Terror in Soviet Russia”. Journal of American Culture, Volume 33, Number 3, September


lunes, 14 de marzo de 2022

La fatiga con lo trans

 Publicado en El Espectador, Marzo 17 de 2022

La marcha del 8M, día de la mujer, presentó divisiones irreconciliables. Prostitución, vientres de alquiler y, sobre todo, la idea de que el sexo se escoge sin una base natural separaron definitivamente a las feministas. 



"Estamos en contra de la asignación propia del sexo. No es un derecho humano de los varones poder ser registrados como mujeres a su mera voluntad sin ninguna garantía. El sexo es una categoría protegida (contra la discriminación) y esto es así porque las mujeres hemos vivido oprimidas por sexo. El registro civil es una protección para las niñas. Estamos desprotegiendo a las mujeres” afirmó una líder feminista madrileña.


Para quienes nunca siguieron de cerca las pretensiones delirantes del activismo LGBT según las cuales una persona nacida con genitales y ADN masculinos, un cishombre en la jerga, puede un buen día decidir que realmente es una mujer, porque así se siente, esa declaración feminista puede sorprender. 


Para completar la confusión, en un pequeño pueblo valenciano apareció Alexia Herranza, persona transgénero de 28 años, promoviendo su candidatura para dirigir el Partido Popular (PP), cuya ideología conservadora la acaba de confirmar al aliarse en Castilla y León con Vox, movimiento político ultra derechista. Esta movida desvirtúa otra faceta de la mitología activista que siempre ha dado por descontado que la oposición a la llamada “teoría de género” es siempre religiosa: Herranza aseguró tener el aval de varios líderes del PP. 


El firme rechazo a la pretensión de que se elige ser hombre o mujer se estaba gestando hace varios años. El primer movimiento feminista que decidió declararse anti trans surgió en Reino Unido, donde a finales de 2019 se creó la LGB Alliance, para defender mujeres y homosexuales contra el activismo LGBT. Buscaban proteger “el derecho de lesbianas, bisexuales y hombres gay a definirse como personas atraídas por el mismo sexo". 



Consideraban que la confusión entre sexo biológico y género era un atentado contra su libertad sexual. Endosaban las declaraciones de J. K. Rowling, creadora de Harry Potter, en el sentido que si con solo manifestarlo cualquiera puede convertirse en mujer se borran de un plumazo todos los avances logrados en la lucha por la igualdad de derechos.



En España el debate se puso candente en 2020 cuando el gobierno socialista lanzó la propuesta de eliminar cualquier requisito médico o psicológico para que quien se considere hombre o mujer lo sea legalmente. Solo una parte del feminismo estuvo de acuerdo con el exabrupto. La otra consideraba que así peligraban todas las leyes orientadas a evitar la discriminación contra las mujeres. 


“Es una idea monstruosa que a los niños se les enseñe desde una edad temprana que pueden convertirse fácilmente en una niña, y viceversa… la lucha contra la discriminación se ha convertido en un dogmatismo agresivo”. Esta frase hubiera podido ser pronunciada por una persona familiarizada con la biología, o por alguna de las feministas fatigadas con el discurso trans, sin causar ya mayor sorpresa o escándalo. Sin embargo, como fue dicha nada menos que por Vladimir Putin el pasado mes de octubre ante decenas de líderes africanos en Sochi, se convirtió en una más de sus obsesiones sobre la decadencia de Occidente. De paso hay quienes meten en el mismo saco al “megalómano, acomplejado y guerrerista” que invadió Ucrania con todos los partidos de la “ultraderecha global” que se han opuesto hace años a la teoría de género como ahora lo hace una fracción creciente del feminismo, que también empieza a ser estigmatizada por estar “atrincherada en una posición que demoniza los derechos del colectivo LGBTI”. 


Si se tratara de un simple asunto retórico vaya y venga. El problema es que la confusión deja víctimas. Parte de la polémica que se inició en el Reino Unido vino por Keira Bell quien ahora tiene 24 años. Hace una década, apenas adolescente, empezó a cuestionar su identidad. Acudió a la sabiduría de YouTube sobre la llamada “disforia de género”. Sin supervisión médica ingirió bloqueadores de la pubertad y luego testosterona. Acabó sometiéndose a una masectomía doble –ablación quirúrgica de las mamas- una operación irreversible de la que pronto se arrepintió. Denunció entonces a la clínica del sistema nacional de salud donde la operaron. La sentencia concluyó que una menor de 16 años no entiende a cabalidad las consecuencias de una decisión de ese calibre que por lo tanto debería depender de una instancia judicial. El fallo fue apelado y considerado inapropiado pues “son doctores, no jueces quienes deben decidir sobre la capacidad de los menores de 16 años para dar su consentimiento sobre tratamiento médico”.


Hace rato que se respetan en muchos ámbitos los derechos sexuales de las personas trans. Ahora el activismo surrealista tendrá que reconocer ese avance y aterrizar sin ofender feministas, ni cristianos, ni a la ciencia, ni al sentido común.


REFERENCIAS


https://www.publico.es/sociedad/feminismo-llega-dividido-8m.html


https://www.huffingtonpost.es/entry/alexia-herranz-entrega-los-avales-minimos-para-ser-candidata-a-presidir-el-pp-y-hacer-frente-a-feijoo_es_6228d4d9e4b0a7d5b8beffed


https://mrp-ee.blogspot.com/2021/03/del-lgbt-al-lgb.html


https://www.france24.com/es/20191024putin-preside-cumbre-rusia-africa


https://www.theguardian.com/society/2021/sep/17/appeal-court-overturns-uk-puberty-blockers-ruling-for-under-16s-tavistock-keira-bell


lunes, 7 de marzo de 2022

El misterioso boom del secuestro

Publicado en El Espectador, Marzo  10 de 2022


La guerra en Colombia fue impulsada por la paranoia gringa con las drogas, el voluntarismo de hacer la paz sin condenar el secuestro, una reforma contraproducente del código de procedimiento penal y unas mafias bien asesoradas legalmente. 


En 1986 se observó un quiebre definitivo en la dinámica del conflicto armado. Para el quinquenio que empezó ese año, el crecimiento promedio anual del secuestro, hasta entonces del 3%, alcanzó casi al 50%. El incremento se dio de manera generalizada a lo largo y ancho del país. 



Antioquia se consolidó como líder en la materia. El quiebre fue independiente de las actividades económicas legales y estuvo asociado con varios indicadores de la intensidad del conflicto, como la tasa de homicidios, el número de efectivos de la guerrilla y el área cultivada de coca.


Unos años antes, entusiasmados por el éxito de la toma de la Embajada de República Dominicana por el M-19, los distintos grupos guerrilleros hicieron explícita su voluntad de agudizar la confrontación y llevarla a las ciudades. La expansión territorial requería más armamento, mejor entrenamiento militar y por lo tanto mayores recursos financieros.


Cuando por decisión de Ronald Reagan la droga se convirtió en problema de seguridad para los EEUU y su ejército empezó a combatir el narcotráfico en distintos países, una parte  de los cultivos de coca se trasladaron a las selvas colombianas y atrajeron a la guerrilla.


Paradójicamente, la intensificación del conflicto se dio en el marco de un generoso programa de paz promovido por la administración de Belisario Betancur. En 1985 Luis Carlos Galán reconocía “una sustantiva disminución de los enfrenamientos armados… pero simultáneamente un dramático incremento del secuestro y la extorsión”. 


Durante varios años, el tema de los secuestros no fue debatido, ni discutido, ni mucho menos condenado por políticos, funcionarios y representantes de la sociedad civil que dialogaban con los rebeldes.  Buscaban no incomodar a grupos subversivos que hablaban de paz pero seguían secuestrando.


Por otro lado, los dirigentes de la naciente Unión Patriótica, brazo político de las Farc, empezaron a ser sistemáticamente asesinados en medio de acusaciones sobre participación de los organismos de seguridad en esos crímenes. 


La guerra librada por los narcotraficantes contra la extradición de nacionales los había vuelto especialistas en asuntos penales. Durante varios años, las mafias buscaron blindarse mediante amenazas, sobornos y la contratación de reputados abogados. Además, algunos cambios en el código procesal penal tuvieron significativas consecuencias. Ejemplo digno de mención es el Decreto Ley 50 de 1987 con el cual se buscó  reorganizar la parte más débil y crítica del sistema: la policía judicial que investiga la autoría de los crímenes. Los bien intencionados cambios implicaron, en la práctica, total desmantelamiento por cerca de dos años de esta parte fundamental del engranaje penal. 


Además, se limitó la apertura de la investigación formal, o sumario, a los incidentes criminales que tuvieran sindicado conocido. Se puso un término de sesenta días a la tarea de esclarecer los delitos e identificar a los autores. Así, un incidente no aclarado antes de dos meses quedaba suspendido indefinidamente. Se oficializó la impunidad para los delitos cometidos profesionalmente. Esta parálisis fue particularmente severa para los homicidios y secuestros ocurridos en áreas rurales.



Así, precisamente por la época en que el narcotráfico arreciaba su guerra contra el Estado colombiano, que las guerrillas intensificaban la confrontación militar, que se generalizaba la guerra sucia, el sistema judicial colombiano quedó inoperante por casi dos años. “Se le quitaron las funciones de Policía judicial a la Policía, al Das y a la Procuraduría… En lugar de aprovechar los cuerpos de policía judicial de estas entidades y de fortalecer la capacidad de la Dirección de Instrucción sobre estos organismos, estos se eliminaron, dejando al país literalmente sin capacidad de investigación”. El director de la recién creada Dirección de Instrucción Criminal sentenciaba “que tanto el Das como la policía Judicial estaban integradas por perfectos hampones”.


No parece simple coincidencia que el principal barón de la droga, Pablo Escobar, fuera simultáneamente el secuestrador más prominente de Medellín. La inquietud que surge es si su know how para realizar plagios impunemente fue transferido a los grupos insurgentes que por esa misma época intensificaron esa práctica para financiarse. Se puede sospechar que esto pudo ocurrir por dos vías. La primera fue un proceso de infiltración de los grupos armados en las entidades de investigación criminal debilitadas por la reforma que tuvieron que reclutar a toda prisa y sin los filtros pertinentes sabuesos familiarizados con el bajo mundo.  La segunda, más especulativa, es que esta importante innovación tecnológica en la actividad del secuestro fue señalada por Pablo Escobar a los del M-19 que, su vez, la transmitieron a los demás grupos subversivos del país. 

martes, 1 de marzo de 2022

¿Y los ilegales, mister Nobel?

Publicada en El Espectador, Marzo 3 de 2022 


Cada año la entrega del premio Nobel de Economía lanza al estrellato mediático a algún profesor, casi siempre de universidad gringa, del que nadie ajeno al ambiente académico de esa disciplina había oído hablar antes. Esta vez el turno fue para David Card. 


La especialidad de este economista experimental es el salario mínimo y, según el jurado que lo galardonó, su principal mérito consiste en haber revolucionado “la investigación empírica en economía” algo que, para profanos, merece bastante menos que su antecesora del 2019 Esther Duflo. 


Aunque Card le lleva sobrada ventaja a ciertas estrellas del firmamento económico-farandulero por tener sólido polo a tierra, foco específico de interés y trabajo empírico con atención a la calidad de los datos y no solo a la pirotecnia estadística, en las entrevistas que ha concedido defrauda la falta de alusión al asunto crítico que inevitablemente atañe al salario mínimo: la inmigración ilegal. Es ese el tabú y lunar monumental de la profesión económica en países desarrollados.



Las opiniones del último Nobel son, por supuesto, menos ortodoxas y tremendistas que las de su gremio. “El impacto negativo sobre el empleo de una subida del salario mínimo, de haberlo, es mucho menor de lo que se solía creer”. Con poca modestia recuerda que, contra la corriente, eso lo sabe hace tres décadas: “los últimos estudios sobre la subida del salario mínimo vienen a decir lo mismo que nosotros descubrimos hace ya mucho tiempo: que las subidas siguen sin tener un gran efecto sobre el empleo”. Card se cuida de aclarar que no es el único que descubrió eso. Con disculpas por no hacer la correspondiente arqueología bibliográfica, a mediados de los ochenta, cuando en el Departamento Nacional de Planeación coordiné el refrito anual del documento para la negociación del salario mínimo, recuerdo varias referencias de estudios rigurosos para ciudades gringas que llegaban a la misma conclusión. Una colega que por aquella época trabajaba en Anif había hecho trabajo artesanal para un resultado similar en Colombia que obviamente no hizo público. 


Lo que debe intuir pero también calla el ahora célebre salariominimólogo, es que su premio parece más una jugada política del comité sueco que un reconocimiento tardío por un hallazgo revolucionario. Basta traer a colación el Nobel de Paz a JM Santos para anotar que detrás de este certamen académico hay siempre una intención política e ideológica. No es simple coincidencia que la entrega de este premio a un economista tan manilargo con la remuneración de referencia del mercado laboral formal ocurra precisamente cuando en Alemania una coalición de socialdemócratas, verdes y liberales haya acordado una subida del 25%, casi 20 puntos por encima de la inflación, ni que  los gobiernos de varios países desarrollados, tras la crisis sanitaria y económica, “se estén aplicando a fondo en subir el suelo salarial para garantizar unas mínimas condiciones materiales de vida para los peor pagados, especialmente en las grandes ciudades”. 


La amplitud salarial como respuesta al Covid es transparente para el mismo Card. “La pandemia ha sido la primera crisis en la que no ha habido un gran debate en torno a lo que había que hacer: todo el mundo se puso de acuerdo en que había que regar de dinero la economía… como si los conservadores se hubiesen quedado dormidos y callados durante meses”. Le faltó reconocer que esa situación de excepción también pudo tener algo que ver con su medalla. 


Es precisamente al buscar distanciarse de los conservadores sin siquiera mencionar a los trabajadores que no reciben ninguna remuneración legal porque las leyes de inmigración no lo permiten donde patina y decepciona la supuesta sabiduría y experticia de este premio Nobel. 


“Las diferencias de ingresos resultantes de cualquier forma de discriminación, como raza o género, son minúsculas comparadas con las brechas que causan las fronteras nacionales”. Esta contundente frase no es de economista sino de periodista.  Refugiados y emigrantes de todo el mundo, que luego mutan a ilegales, confirman que para no ser pobre conviene alejarse de la pobreza.  El libre desplazamiento ha permitido evitar otros males: guerra, dictadura, fundamentalismo, crimen, enfermedades. El turno ahora es para quienes huyen de Putin desde Ucrania. 


Dentro de las fronteras nacionales, los flujos migratorios sólo han sido restringidos por regímenes totalitarios. En la sociedad globalizada la función arbitraria y regresiva de impedirlos la cumplen leyes de inmigración de países democráticos, cuyos políticos deploran la pobreza y la desigualdad, critican el despotismo y monitorean el respeto por las libertades y los derechos humanos universales. Eso sí, siempre intra-muros,  respaldados por un amplio abanico de cínicos sin fronteras que se mueven a sus anchas por el mundo y, misteriosamente, por la disciplina que promovió y logró imponer la movilidad internacional de todos los factores, menos la de seres humanos con salario inferior al mínimo.






REFERENCIAS


Card, David (2005). “Is the New Immigration Really So Bad?”. Dept of Economics, UC Berkeley, Working Paper, 

Fariza, Ignacio (2022) "Las condiciones laborales llevan 40 años siendo malas". El País, Febrero 13

Harford, Tim (2008). “What Is Income per Natural?”, Slate Abril 19

Rubio, Mauricio (2014). Cínicos sin fronteras, El Espectador, Abril 14