martes, 1 de julio de 2025

El gobierno de Pedro Sánchez, mafia depredadora en apuros

Publicado en El Espectador, Julio 3 de 2025


Fue una buena sorpresa leer el 21 de junio un editorial de El Espectador sobre el presidente del gobierno español que “enfrenta una grave crisis en la cual su credibilidad y la del PSOE se ven seriamente lesionadas”. Es el principio del fin de escándalos que, en picantes capítulos, circulaban en medios opuestos al régimen. La nueva vuelta de tuerca fue un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que reveló la descomunal capacidad corruptora de Santos Cerdán y José Luis Ábalos, pupilos preferidos y cómplices de Pedro Sánchez hace más de una década.


A diferencia del escenario de políticos que se corrompen en el gobierno, aquí es  una pandilla de corruptos con un líder que decidió atornillarse al poder, y lo hace sin titubeos. Con descaro, cinismo, codicia, mano de hierro y absoluto irrespeto por la ley y la verdad, contradice afirmaciones previas en público. En combo son literalmente insaciables. Cualquier entidad estatal puede ser asaltada, y no hay mordida o participación ilícita jugosa que dejen escapar. 

 

Ahmadou Kourouma, el Voltaire africano, comparte en su novela “Esperando el voto de las bestias salvajes” varias máximas sobre los déspotas. “Los políticos operan en un espacio inhumano en el que no rige ninguna moral… el debutante debe formarse bajo la guía y experiencia de los maestros”. Gobernar y cazar exigen métodos similares de acecho, algo de placer, elaboración de mitos, formación de pandillas, manifestación del instinto depredador y hasta gusto por la sangre. La primera amenaza que enfrenta un tirano “es la enojosa inclinación a separar las finanzas del Estado de las personales. Las necesidades y caprichos de un gobernante siempre sirven a su país, y se confunden con los intereses del pueblo”. Además, sólo un neoliberal de derecha osa husmear las cuentas de un mandatario elegido. Otro atentado contra la democracia popular es la ingenua y caduca diferencia entre transparencia y engaño. “La verdad no es sino una manera de decir por segunda vez una mentira”. Ningún mandatario elegido popularmente deberá enredarse con esa distinción ficticia: simplemente se preocupará por propagar mensajes de apoyo a sus causas y asegurarse que nadie defienda “blasfemias opuestas a lo que él afirma”. 


Sin leerlo, Pedro Sánchez ha asimilado a Kourouma. Pero por soberbio calibró mal el entorno institucional que recibió. En circunstancias más favorables, la “banda del Peugeot” se apropiaría del reino fácilmente. Pero enfrentan obstáculos insalvables. Primero, una comunidad internacional legal y económicamente integrada. Segundo, un cuerpo armado tan antiguo y conservador como eficaz: la Guardia Civil, recurso invaluable de la justicia que pretenden cooptar. Tercero, son tan torcidos que entre ellos mismos cunde la desconfianza: grabaron sistemáticamente sus conversaciones; y por ahí los está apretando  la policía judicial.


Periodistas que revelaron los manejos turbios del sanchismo, anuncian que la UCO entregará nuevos informes demoledores. Por ejemplo, pruebas sólidas de cómo José Luis Rodríguez Zapatero el reencauchado líder socialista “habría recibido pagos millonarios de la petrolera venezolana PDVSA. Esa evidencia permitirá destapar una red de corrupción que podría conectar a altos funcionarios del gobierno español con actores internacionales”. Así, la corrupción sanchista cobrará especial interés pues podría salpicar la política colombiana. Algo como un sancocho con cocido y fideuá. 


El 30 de Junio, el juez instructor del Tribunal Supremo envió a prisión a Santos Cerdán por “cohecho, organización criminal y tráfico de influencias”. Imponderable para los corruptos es una caída más rápida que el ascenso. Así como fácilmente compraron lealtades, en algún momento surge el quiebre, un “fuego cruzado, cuando personajes que no son políticos  empiezan a hablar. Personas libres, tal vez amedrentadas, afloran, se defienden”. En el caso Koldo un umbral crítico fue la enamorada y comprensiva novia de Ábalos, Andrea -que también grabó a Cerdán- al asegurar que “Sánchez lo sabe todo”. Esta afirmación, respaldada por la UCO, anuncia la debacle. Bastan unos cuantos funcionarios no torcidos que filtren a los medios información sensible sobre quienes incumplen la ley. Es para evitar ese riesgo que los autócratas atacan primero la justicia y la prensa independiente. 


Crítico del nuevo progresismo, Fernando Savater, considerado ultraderechista por la izquierda colombiana ortodoxa, escribió una divertida columna sobre las secuelas del mayo 68 francés. “Nos enfrentábamos a un Estado Opresor como los de toda la vida… al que para mi asombro admiraban muchos de mis compañeros antifranquistas… en realidad eran admiradores de nuestro dictador… No querían que desapareciese la dictadura sino que el dictador fuese bueno, es decir querían un Franco, pero de izquierdas”. Es común entre idealistas ese deseo que un autócrata cambie su ideario para adoptar el “correcto”. Y si ya lo es, ignorar sus excesos antidemocráticos. 


REFERENCIAS


AFP (2017) “Preocupación por cacería de Farc a grupo disidente”. El Tiempo, Enero 20


Carrascón, Ignacio (2025). “Los nombres de personas y empresas que más se repiten en el informe de la UCO: de Koldo a Acciona”. Newtral.es, Junio 16 


Delgado, Irene (2025). “La ex novia de Ábalos asegura que Sánchez le avisó antes de que todo estallara: "Le cuenta que Koldo está siendo investigado””. Antena 3 Noticias, Junio 27


EE (2025). “La encrucijada de Pedro Sánchez”. El Espectador, Editorial, Junio 22


Garat, Betty (2025). “Ábalos salva de momento a Sánchez y quiere ofrecer «la cabeza de Zapatero» a la Fiscalía”. The Objective, Junio 24


Gómez Teresa y Betty Garat (2025). “Aldama guarda información sobre pagos millonarios de Venezuela a Zapatero”. The Objective, Junio 16


Kourouma, Ahmadou (1998). En attendant le vote des bêtes sauvages. Paris: Éditions du Seuil


Martín Beaumont, Antonio (225). “La banda del Peugeot de Sánchez” esdiario.com, Mayo 20


MM (225). “Tal día como hoy en 1844 se funda la Guardia Civil”, Mundo Militar infodefensa.com,  Mayo 13 


Revelles, Gisela (2025). “Del Ábalos feminista al Ábalos consumidor de prostitución” elliberal.cat, junio 13 


Rincón, Reyes y JJ Gálvez (2025). El País, Junio 30


Savater, Fernando (2025). “Cuarenta años después”. The Objective, Junio 15



 


domingo, 22 de junio de 2025

Los infames verdugos de Tacueyó, pupilos y aliados del M-19

 Publicado en El Espectador, junio 26 de 2025


Javier Delgado y Hernando Pizarro, del Frente Ricardo Franco (FRF), ejecutaron “una de las más dramáticas e invisibilizadas” masacres del conflicto. Estos disidentes de las FARC mantuvieron estrechos vínculos familiares, militares y financieros con la guerrilla que evoca y glorifica Gustavo Petro.  


Según testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad (CV) y un minucioso trabajo de Angélica Cruz, historiadora ecuatoriana, José Fedor Reyes, alias Delgado, “se había apoderado de una gran cantidad de dinero” con secuestros. En un comunicado de 1983 las FARC-EP precisaban que “invirtió en viajes de placer… con tres miembros del M-19 durante dos meses por Europa, todo por cuenta (nuestra)”. La plata provenía del plagio, en 1983, de Sonia, hija de Luis Carlos Sarmiento Angulo, inicialmente atribuido al M-19. Varios reinsertados confirman la autoría y el origen de esos recursos, que permitieron el rápido crecimiento del FRF: entre 1982 y 1986 pasó de 20 combatientes a 200. “Fedor operaba con reclutadores que ofrecían dinero”. A un ex M-19 le propusieron un taxi para ”lavar plata, tener un activo… y también ayudar en el tema de vigilancia, ¿me entendés?”. Las condiciones eran atractivas: “les daban 800 mil pesos (32 mil dólares de hoy)… Eso, jueputa, era mucha plata, la gente estaba loca”. Delgado viajaba con frecuencia a Panamá para “tener el dinero en un lugar seguro”, anota un reinsertado. 


Por la persecución militar, el FRF formalizó la alianza con sus tutores. El M-19 ofreció formación militar en el Cauca que incluía manejar explosivos. “Yo llegué a Robles y nos recibió Pizarro”. Después hubo más instrucción, con “Alfaro Vive Carajo (AVC)… gente de Patria Libre y gente del M”. Tras esa formación, en enero de 1985, vino el asalto a Santander de Quilichao, con Hernando Pizarro como comandante del FRF. Otro ex M-19 sostiene que la cercanía entre ambos grupos “era producto de la proximidad territorial y de los lazos familiares entre Carlos y Hernando Pizarro”. Nina, su hermana, era compañera de Ernesto, también del FRF. 


Desde 1984, el FRF se unió a la Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG) con  el M-19 y las principales grupos colombianos salvo las FARC. El año de mayor actividad fue 1985. “Hubo tomas a poblaciones en colaboración con otras guerrillas… igual que atentados a miembros del PCC”. A ese partido lo acusaban de “ganar caudal electoral en beneficio de la Unión Patriótica”. A raíz del atentado a Hernando Hurtado, de la UP, el M-19 cortó temporalmente con el FRF. Su siguiente acción conjunta fue el ataque a Miranda el 16 de octubre, justo antes de la toma del Palacio de Justicia. Los primeros días de noviembre, comunidades del norte del Cauca denunciaron ante el M-19 que, “a poca distancia de allí, a medio enterrar, (había) cadáveres, amarrados de pies y manos, de varias personas vistiendo uniformes militares”. Después llegaron al campamento “grupos de combatientes en busca de protección. Se veían muy mal: torturados, ultrajados y confundidos… Colaboradores nuestros, familiares de las primeras víctimas, empezaron a pedirnos que interviniéramos”.


Empezando diciembre, el FRF “ajustició” 134 de esos traidores y surgió su primera confrontación con el M-19. Carlos Pizarro “en un arranque de ira desenfundó su arma y la apuntó contra su propio hermano. Dijo que no le importaría matarlo allí”. Todos estaban listos para el enfrentamiento. Pizarro ordenó bajar las armas y replegarse. El 20 de diciembre, el M-19 condenó públicamente la masacre y comunicó que los verdugos habían sido expulsados de la CNG. Pero el nepotismo por la paz los salvó por un tiempo: Hernando Pizarro murió asesinado en Bogotá en 1995 y Fedor Reyes apareció “suicidado” en la Penitenciaría de Palmira en 2002.  


La guerrilla que explica la Toma de Palacio como un fallido “juicio  armado” a un presidente y que, años antes, tras su secuestro y tortura, asesinó a José Raquel Mercado por traicionar al pueblo, dejó impunes a los victimarios de un horripilante exterminio cuyas últimas víctimas campesinas aparecieron en fosas comunes en 2014. 


Además de sus pupilos FRF y AVC, en 1985 el M-19 tenía contactos con el FSLN nicaragüense y el MRTA peruano que conformarían después el Batallón América. Había vínculos con Pablo Escobar, las autodefensas y jóvenes entrenados militarmente en varias ciudades. Sería absurdo sostener que la finalidad de tan larga y febril actividad armada era un juicio político al presidente, o simplemente quemar expedientes del narcotráfico. El objetivo innegable era tomarse el poder con los magistrados como rehenes. 


Muchas personas insisten en silenciar el pasado del M-19, pero víctimas informadas, como Helena Urán, exigen la verdad. "No más mentiras. No más negacionismo de las DOS partes… Los dos actores armados son responsables”.  


REFERENCIAS


Cruz Triana, Angélica (2024). “Avatares de la insurgencia. El Frente Ricardo Franco y la Masacre de Tacueyó (1983-1986)”. Historia y Espacio, Vol 20, Nº 62


CV (2022). “La masacre de Tacueyó y el impacto de lo ocurrido en el movimiento guerrillero en Colombia”. Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. Capítulo de Violaciones de DD. HH. e infracciones al DIH. Versión final


ET (1995). “Confirmado asesinato de Pizarro”. El Tiempo, Febrero 28


ET (2002). “Dudan de suicidio del monstruo de los Andes”. El Tiempo, Julio 1


RS (2021) “Luis Carlos Sarmiento Angulo recuerda con dolor el secuestro de su hija”. semana.com, Dic 4





sábado, 14 de junio de 2025

Después de la Marcha: volver a trabajar y hablar del M-19

 Publicado en El Espectador, Junio 19 de 2025


Recientemente argumenté que de Petro no cabe esperar actitudes de estadista. Su formateo es de guerrillero. De estirpe tupamara, no respeta protocolos, procedimientos, ni leyes. Su aventura como detective tras un intento de magnicidio lo confirma. 


El M-19 desconcierta desde su reinserción, cuando persuadió que su lucha era por la paz y silenció los crímenes atroces. En la Constituyente del 91, con altísima representación, “de vivos, a pesar de las quejas sobre las FFAA no quisieron tocar lo militar… No quisieron y no quisieron y no quisieron” recuerda César Gaviria. Evitaron abrir la Caja de Pandora. 


Su reacción al atentado contra Miguel Uribe fue preocupante en varios sentidos. Invita a machacar que desde cualquier posición del espectro ideológico, el objetivo mínimo debe ser condenar, unánime y categóricamente, la violencia política, incluyendo la del pasado. Desde el fatídico consejo de ministros televisado me alié con María Alejandra Muñoz, caricaturista, también preocupada con la deriva surrealista y déspota del gobierno. Son columnas para subrayar que las amenazas a la democracia se entienden mejor conociendo su origen. Después de la Marcha del Silencio, continuaremos desafiando la fábula que durante lo peor del conflicto, la guerra sucia, unos sacrificados “muchachos” no buscaban gobernar férreamente, con “el pueblo en armas”, sino consensos democráticos. Pretendemos mostrar que tal narrativa dejó impronta, y también defender unas instituciones imperfectas,  no prescindibles; contrariar el blanqueo del pasado sanguinario del M-19 con demonización del Estado y silencio sobre sus víctimas. No consideramos inocuos ni la decisión del ejecutivo de invadir competencias legislativas y judiciales ni el clamor por “50 gobiernos más de izquierda” como respuesta al ataque a un candidato presidencial.  


Produce estupor un informe reciente de la Comisión de la Verdad sobre los estrechos vínculos del M-19, orgullo del Señor Presidente, con la masacre de Tacueyó, entre las más infames del conflicto. La perplejidad es tanto por el contenido como por la indiferencia con esa publicación, inclasificable como de extrema derecha. Su lectura ilustra hasta dónde puede llegar la paranoia con enemigos cuando la política se asimila a una guerra. Petro debió enterarse de todas las acciones de Carlos Pizarro para tapar esa vergonzosa alianza familiar, militar y financiera. La prudencia sugería liderar el Gobierno del Cambio sin enaltecer ese pasado indigno. Pero prevaleció el talante autoritario, que opacó al estadista. Se acentuó el abismo, “esa división entre violentos y demócratas… Cada vez que reivindica al M-19… no lo hace reivindicando el cese de la violencia, sino la lucha”. Ahora transmite la sensación de un combatiente acorralado, que arrecia ataques a las instituciones, incluyendo la Constitución. Su propuesta de convocar una consulta popular por decreto para reformarla ha generado fuerte oposición, especialmente entre abogados constitucionalistas. 


Ante la percepción de un peligro inminente, el cerebro activa mecanismos de supervivencia que llevan a compartir consejos para enfrentarlo. Se pueden descartar sugerencias al causante de la amenaza, pues carece de polo a tierra. Antes de jugar a la Interpol, manifestó querer invitar una comisión de la ONU para aclarar tanto el atentado contra Miguel Uribe como el de “todos los líderes políticos y sociales asesinados en la historia de Colombia”. Alguien cercano, Gustavo Bolívar, adoptó un guión similar: en todos los magnicidios desde Rafael Uribe Uribe (1914), “aunque no lo crean, los asesinos son los mismos”. Tan excelsa teoría llega engalanada con un menjurge voluntarista de procesos de diálogo con insurgentes desde los setentas. Otra opción para “calmar el clima de tensión, es cerrar sus bodegas”. Sin embargo, tras los refritos de canción protesta y puño alzado -“¿Por qué no se van del país?”- o el plantón de Cali esa propuesta queda sin piso. 


Es indispensable llegarle al sector desvergonzado de progres que con entusiasmo invitaron a votar por Petro, se arrepintieron, evitan referirse a sus manifestaciones violentas y antidemocráticas para volver tranquilamente a sus quehaceres. Ese colombianísimo segmento que “reacomoda las sillas en la cubierta del Titanic” contribuyó al naufragio. En lugar de buscar dialogar con el M-19 que gobierna -infructuosamente, unos no quieren, otros "se van del país"- convendría hacerlo sobre el M-19: escarbar críticamente su historia. Es la única vía para comprender al presidente y condenar, no glorificar, ese abyecto pasado. Las charlas deben ser informadas, informales, domésticas, e involucrar jóvenes que, dicen las encuestas, saben poco del conflicto armado. Tras el atentado, una joven nacida en 1999 anota que “hoy como generación no podemos hacernos los que no entendemos, porque ahora sí nos tocó”. Esa juventud no puede quedar con la falsa impresión de que el poder “es una trinchera… y que se gobierna desde el resentimiento”. Esas disfunciones sólo se entenderán con un relato preciso y coherente acerca del M-19. 





REFERENCIAS


Acevedo, Andrés (2025). “Pensé dejar la política después de la muerte de Galán” Entrevista a César Gaviria, Atemporal, Ep 162


Akerman, Yohir (2025). “El disparo y el silencio”. CambioColombia, Junio 8


CV (2022). “La masacre de Tacueyó y el impacto de lo ocurrido en el movimiento guerrillero en Colombia”. Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. Capítulo de Violaciones de DD. HH. e infracciones al DIH. Versión final


DW (2025). “Petro exige a ministros firmar decreto de consulta popular”. dw.com, Mayo 28 



Naranjo, Paula (2025). “Carlos Ramón González, vinculado al caso Ungrd, está escondido en Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega”. Infobae, Junio 6


Quintero Herrera, Edgar (2025). “Necesitamos 50 gobiernos más de izquierda: voces de los incondicionales a Petro”. La Silla Vacía, Junio 13


___________________________ “Petro actúa como el detective principal del atentado a Miguel Uribe”. La Silla Vacía, Junio 13


Rubio, Mauricio (2022) “Formación política: del café para charlar a la clandestinidad armada” El Espectador, Junio 12 Blog personal


___________________ “Por qué Petro no será como Chávez”. El Espectador, Junio 30 Blog personal


Uprimny, Rodrigo (2025)  “El decretazo: inconstitucional e innecesario”. El Espectador, Junio 8 


Valencia, Paloma (2025). “El abismo de la violencia”. El Tiempo, Junio 9






viernes, 6 de junio de 2025

Formación política: del café para charlar a la clandestinidad armada

Publicado en El Espectador, Junio 12 de 2025 *

* Esta columna fue escrita y publicada aquí días antes del atentado a Miguel Uribe




Fernando Savater propone una división clásica entre educación e instrucción. En Grecia, cada función la ejercía una figura específica: el pedagogo “convivía con los niños o adolescentes, instruyéndoles en los valores de la ciudad, (moldeando) su carácter y su integridad moral”; formaba ciudadanos que en la polis discutían las leyes y la política. El maestro transmitía conocimientos instrumentales y preparaba jóvenes para la vida productiva. 


El aprendizaje moral y ético es bastante implícito, “se apoya más en el contagio que en lecciones estructuradas”. Recibir buen ejemplo es fundamental. Además, esto se logra mejor con jóvenes. En la edad adulta la plasticidad cerebral disminuye y las creencias se arraigan. 


Aparte de editor y escritor, Mario Jursich es un historiador accidental cuya curiosidad por lugares y cosas lo lleva a escarbar asuntos cotidianos para analizar fenómenos sociales. “Me interesa la historia de las bebidas” anota en Atemporal. Su interés por el café es peculiar. Más que las personas tomándolo individualmente, le intriga cuando lo hacen en grupo, para charlar, debatir, criticar. Así rescata la importancia, a principios del siglo XX, del café como establecimiento, una verdadera institución política. “Bogotá era una ciudad de cafés”, precisa. Para un libro colectivo, El Impúdico Brebaje, hizo un mapa de esos lugares, concentrados en el centro, cerca de las sedes de los diarios, territorio de periodistas. “El café era una cámara de eco natural para lo que se publicaba en los periódicos… la vida intelectual pasaba por los cafés”. Lo que allí se hacía era tan simple como formativo: “comentar libros, recitar poesía… se compartían lecturas, se leían traducciones… el café fue claramente la institución de la modernidad en Colombia”. Los cafés surgieron como alternativa popular al club donde se reunía y aislaba la oligarquía; tocaba ser admitido como socio y pagar. Al café entraba cualquiera, “se veían juntos al intelectual, al embolador, al voceador de prensa, al lotero, al desempleado, a los estudiantes”. Los cafés fueron lugares públicos de encuentro. Un juez que los frecuentaba decía que “son como los parques de las ciudades sin sol”. 


El nexo entre los cafés y la formación de jóvenes lo ilustra el emblemático Windsor, abierto en 1912 por el educador Agustín Nieto Caballero, fundador del Gimnasio Moderno. Según Jursich, la república liberal que acabó con la hegemonía conservadora se fraguó en los cafés. “Era gente tomando locamente cafeína e imaginando un mundo distinto… (Allí) se incubó buena parte de los proyectos del liberalismo”. Aunque ocasionalmente había trifulcas y de un café salió Juan Roa Sierra para dispararle a Gaitán, no era un ambiente de matones que fomentara la violencia, ni la ilegalidad. 


Sobre la infancia y juventud de Gustavo Petro se sabe poco. En su autobiografía cuenta que su madre, gaitanista, le explicaba que “nosotros también éramos del pueblo de Gaitán”. Después, ella militó en la Anapo y él colgó esa bandera en su cuarto. El padre, conservador laureanista, “también amaba al Che Guevara”. Sus recuerdos del colegio donde, afirma, “adquirí mi formación política”, son ilustrativos. Cuando el golpe contra Allende, “un silencio se adueñó de mi colegio franquista”. Entonces, con 13 años, “salimos a la calle… decidimos paralizar el tráfico” y voltearon un carro. Se unió a un grupo de estudio marxista y luego se enteró que lo dirigía la vertiente maoísta del Partido Comunista, fundadora del Ejército Popular de Liberación. Después vendrían el M-19, disidentes de las FARC y algunos tupamaros. Su época universitaria está marcada por la militancia clandestina, antítesis de legalidad, diálogo e intercambio de ideas. Su participación en crímenes serios nunca se sabrá pero queda claro, de sus propios recuerdos, que se formó como transgresor. El respeto por la ley nunca le importó. Tampoco desveló a su hijo Nicolás, otro de la estirpe, con madre insurgente. 


Los políticos que modernizaron al país se reunían con periodistas, frecuentemente colegas, para intercambiar ideas y lecturas que generaban dudas, afán por ilustrarse y dialogar, en un ambiente distendido e igualitario. Petro aprendió certezas y dogmas foráneos de manera vertical, autoritaria, con acciones violentas, después clandestinas y armadas degradadas hasta la guerra sucia para imponer una visión del mundo. La bandera insurgente que ondea con orgullo, la reciente violencia verbal de sus discursos -Libertad o Muerte-, la ilegalidad de sus propuestas… revelan su formación política. Es un presidente con mentalidad guerrillera, pendenciero e infractor. Salvo entre compañeros del M-19, ve por doquier enemigos a quienes confronta con armas simbólicas. Su desconocimiento de la historia política colombiana le hace ignorar estadistas como Olaya Herrera, o Lleras Camargo, para mencionar sólo los reformadores progresistas, hechos a pulso, no violentos, respetuosos de las instituciones, que frecuentaron el Café Windsor cien años después de Bolívar, su espada y sus guerras de independencia.



REFERENCIAS


Acevedo, Andrés (2024). “El amante de Laureano, el auge del café y la República Liberal”. Entrevista a Mario Jursich, Atemporal, #139


Bajonero Vásquez, Geraldine (2025). "Esta es la carta que 28 expresidentes firmaron en rechazo a intención de convocar la consulta popular por decreto". El Tiempo, Junio 6


Barón Leal, Alfredo (2015). “Recorrido “espresso” por los Cafés de Bogotá”. Razón Pública, Junio 21


EE (2023). “Ella es Katia Burgos, la mamá de Nicolás Petro, y su historia con Gustavo Petro”. El Espectador, Agosto 12


Malagón, María Alejandra (2019). “El café Windsor”, Archivo de Bogotá, Agosto


Petro, Gustavo (2021). Una vida, muchas vidas. Planeta


Savater, Fernando (2001). El valor de educar. Barcelona: Ariel


Torrado, Santiago (2015). "La constante huella del M-19 en el Gobierno de Gustavo Petro". El País, Abril 10


Vasco, Bernardo (2022). “Momentos vividos en Bogotá antes y luego del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán”. Archivo de Bogotá, Abril 9