Publicado en El Espectador, Abril 10 de 2014
Columna después de los memes
Columna después de los memes
Solidaridad Sin Fronteras
“Las diferencias de ingresos resultantes de cualquier forma de discriminación, como raza o género, son minúsculas comparadas con las brechas que causan las fronteras nacionales”.
Ignorando esta sentencia de un artículo de Slate del 2008, los políticos europeos llevan años reforzando fronteras. Ahora presionan a países expulsores de migrantes para embarcarlos en su lucha contra el “tráfico de seres humanos”. La cumbre euro-africana que acaba de darle un nuevo apretón a los ilegales, sumada a la dádiva del turismo Schengen, me recordaron la charla con Eulalia, una ecuatoriana que conocí tramitando mi residencia española en 1999. Su hermano albañil no lograba salir de la clandestinidad y ella no entendía el lío para trabajar legalmente: le sobraban oportunidades, no perjudicaba a nadie, sus contratantes no tenían otras opciones y el salario era más que competitivo. No pagaba impuestos, no cotizaba a la salud y no podía salir del país ni alquilar vivienda. “Todos pierden”, concluía. La sorprendió mi visa, especial para profesores universitarios, futbolistas, actores y músicos: al empleador no le incumbe si el trabajo ofrecido lo puede realizar un español. Eulalia se extrañó no sólo por lo regresivo de un sistema laxo con los mejor remunerados sino por ese favoritismo incompleto que me obligaba a hacer fila de madrugada ante la Policía, como a ella.
Meses después el Banco Mundial me invitó como comentarista a la conferencia anual sobre economía del desarrollo. El anfitrión era Joseph Stiglitz –luego premio Nobel y ahora gurú de la equidad- quien al final hizo un balance del evento. Consideraba discutidas todas las áreas importantes para el apoyo del Banco a las naciones pobres. Por no dejar, preguntó si había temas pasados por alto pero relevantes para la agenda del desarrollo. Sabiendo poco de migraciones, dudé en intervenir pero recordé a Eulalia, la mencioné como “experta en latinos en España” y anoté que ella propondría una evaluación de las leyes de inmigración, ineficientes, inequitativas e incoherentes con la apertura de los demás mercados. Varios tecnócratas subrayaron la complejidad política del asunto y dos de los asistentes –ambos inmigrantes- replicaron que al recomendar abrir las economías las dificultades políticas y legales parecían infranqueables pero los defensores de la apertura no se detuvieron por la falta de claridad sobre cómo se haría efectiva. Sin comentarios adicionales, Stiglitz cambió de tema.
El artículo de Slate resume un trabajo sobre migrantes en el que los autores estudiaron personas situadas bien por encima de la linea de pobreza. Se centraron en ingresos superiores a diez veces el limite de un dólar diario por persona. Los impactó el resultado para los haitianos: 82% de esos privilegiados vivían en los EEUU y sólo 18% en Haití. Para subrayar la ineficiencia de las fronteras sugieren “medir el desarrollo como si la gente importara más que los lugares”. Proponen destronar el PIB, centrado en un territorio, y reemplazarlo por los ingresos de los nacidos en cada país. Los haitianos ganan 38% más que quienes viven en Haití y cada nuevo emigrante ayuda a mejorar ese ingreso nacional propuesto. Para Colombia, la diferencia es mucho menor (3%) y el máximo mundial corresponde a Guyana (104%).
Los haitianos emigrantes confirman una perogrullada: para dejar de ser pobre conviene alejarse de la pobreza. Así lo entendieron quienes, desde siempre, buscaron oportunidades en regiones prósperas. El libre desplazamiento ha permitido evitar otros males: guerra, dictadura, fundamentalismo, crimen, enfermedades o corrupción. Dentro de las fronteras nacionales, esos flujos espontáneos sólo han sido restringidos por regímenes totalitarios. En la sociedad globalizada la función arbitraria y regresiva de impedirlos la cumplen, por ahora, las leyes de inmigración de países democráticos. Aquellos cuyos líderes deploran la pobreza y la desigualdad, critican el despotismo y monitorean el respeto por las libertades y los derechos humanos en el resto del mundo. Eso sí, siempre intra-muros y secundados en su paternalismo territorial por un amplio abanico de ONGs y una pujante actividad asociativa de solidaridad Sin Fronteras que incluye desde médicos hasta payasos. SF, sufijo infalible del sector, machaca la libertad con la que los europeos se mueven por el mundo. Quienes con menos ingresos y estudios intentan migrar en contravía se estrellan con fronteras reforzadas físicamente. La amnesia y la desvergüenza son tales que los políticos europeos, en armonioso coro con voces de izquierda y derecha, aprietan a los africanos para que emulen dictaduras represoras de emigrantes, como añorando réplicas del muro de Berlín. En cuanto al “tráfico de personas”, secuela inevitable de las fronteras cerradas, el cinismo alcanza para calificarlo de “nueva forma de esclavitud”.
Charles Tiebout acuñó una poderosa metáfora para la migración: “votar con los pies”. No alcanzó a vivir el absurdo escenario de todos los mercados abiertos menos uno: precisamente el que permitiría votar contra los tiranos y, literalmente, salir de la pobreza. Le parecería un mal chiste la declaración de Mariano Rajoy, promotor del uso de la cooperación europea en África como palanca para progresivos controles a la emigración: “(debemos) colaborar con la Unión Africana para intentar sacar de la pobreza a muchas personas que viven en estos países… que la gente no tenga que irse de su casa”. La frase tiene la autoridad moral de quien no le dio la gana quedarse de registrador en su Galicia natal.
VARIEDAD SIN FRONTERAS
Las más conocidas son las de médicos y reporteros, pero es impresionante la cantidad y variedad de asociaciones solidarias de profesionales que han surgido en los últimos años para contribuir con su conocimiento y "expertise" al desarrollo de los países del tercer mundo. No creo haber hecho el barrido exhaustivo, y ni siquiera busqué las WB, Without Borders. Aún así la lista es larga y no parará de crecer. Hay
y hasta payasos.
Sin duda el caso más ilustrativo de la dimensión paternalista, al borde del cinismo, es el de Navegantes Sin Fronteras. Pensando en los migrantes sub saharianos que buscan entrar a Europa en pateras, o sea que también son navegantes pero con fronteras, tanto el sitio web como el folleto de esta asociación ganadora del premio Just d'Or 2003 no podían ser más desafortunados.
Es bueno hacer explícito que la crítica principal no va dirigida a estas asociaciones solidarias, la mayoría de las cuales trabajan de manera generosa y desinteresada por personas en países lejanos sabiendo que no retribuirán ese apoyo más allá de su agradecimiento. La crítica principal es contra al sistema legal y político que las generó, las mantiene y las hace cada vez más necesarias, y cómplices de unas leyes de inmigración discriminatorias.
Dicho esto, sí cabe un pequeño reproche a todas ellas puesto que se prestan para una especie de "colaboracionismo" ligero con un orden internacional asimétrico e injusto. Esos expertos SF con experiencia en el terreno -o en el agua como VSF- deberían cuestionarse las leyes de inmigración, porque tienen demasiados aspectos perniciosos que son evidentes: son económicamente ineficientes, regresivas, arbitrarias, opacas y contrarias a la noción misma de derechos humanos universales. Tampoco se puede descartar que algunos de estos Profesionales SF tengan contratada "en la metrópoli" a una empleada doméstica inmigrante no legalizada a la que le pagan un salario inferior al que les cobraría una compatriota por esa tarea, si es que la consiguen. O que para hacer reformas en su residencia contraten al equivalente del hermano de Eulalia, la ecuatoriana que a punta de observación y sentido común aprendió economía de la inmigración ilegal.
La legislación debería por lo menos, como simple contraprestación, permitir la creación de asociaciones de trabajadores no profesionales Sin Fronteras (SF): Albañiles SF, Plomeros SF, Pintores SF, Niñeras SF, Camareras SF e incluso, por qué no, Prostitutas SF. Todas ellas le suministrarían una valiosa colaboración a europeos sin muchos recursos que simplemente ya no consiguen quien les preste ciertos servicios.
Dicho esto, sí cabe un pequeño reproche a todas ellas puesto que se prestan para una especie de "colaboracionismo" ligero con un orden internacional asimétrico e injusto. Esos expertos SF con experiencia en el terreno -o en el agua como VSF- deberían cuestionarse las leyes de inmigración, porque tienen demasiados aspectos perniciosos que son evidentes: son económicamente ineficientes, regresivas, arbitrarias, opacas y contrarias a la noción misma de derechos humanos universales. Tampoco se puede descartar que algunos de estos Profesionales SF tengan contratada "en la metrópoli" a una empleada doméstica inmigrante no legalizada a la que le pagan un salario inferior al que les cobraría una compatriota por esa tarea, si es que la consiguen. O que para hacer reformas en su residencia contraten al equivalente del hermano de Eulalia, la ecuatoriana que a punta de observación y sentido común aprendió economía de la inmigración ilegal.
La legislación debería por lo menos, como simple contraprestación, permitir la creación de asociaciones de trabajadores no profesionales Sin Fronteras (SF): Albañiles SF, Plomeros SF, Pintores SF, Niñeras SF, Camareras SF e incluso, por qué no, Prostitutas SF. Todas ellas le suministrarían una valiosa colaboración a europeos sin muchos recursos que simplemente ya no consiguen quien les preste ciertos servicios.
Las Nuevas Fronteras
Una nueva forma de Esclavitud *
* No es fácil seguirle el rastro a la autoría intelectual de esta perla que apareció recientemente en un artículo, sobre la cumbre entre mandatarios europeos y africanos, publicado en El País y firmado por dos periodistas españoles que la transmiten como una opinión anónima, sin comentarios, como si no los necesitara.
Lo más probable es que venga del activismo contra la prostitución, en donde ya está bien arraigada la idea de que todas las mujeres (de los hombres no se habla) que venden servicios sexuales en la calle han sido forzadas a hacerlo. En un artículo del 2013 con el llamativo título de "Tráfico de personas, la nueva forma de esclavitud humana" se señala que "el propósito principal del tráfico de personas es la explotación ya sea en forma de prostitución u otras clases de abuso sexual, trabajo forzado o servidumbre".
Algo llamativo en esta literatura es la descripción y tipificación de los supuestos mafiosos que trafican con personas. Por un lado "el tráfico sexual utiliza la coerción física y el engaño como armas fundamentales para que las víctimas caigan en la trampa, se les promete una mejor vida y un nuevo trabajo en algún país del primer mundo y una vez llegan allí les son confiscados sus pasaportes y dinero y quedan en deuda con el traficante para poder recuperarlos". Por otra parte, "los traficantes de personas son básicamente cualquier sujeto que esté dispuesto a explotar a otro ser humano con fines de lucro. Pueden ser miembros de la familia de la víctima, pareja, conocidos o un total extraño".
REFERENCIAS
Castro, Cristina (2014) “Stiglitz: ‘Si yo fuera Santos...’”. Semana, Abril 9
Clemens, Michael (2010). “The best way nobody’s talking about to help Haitians”. Aidwatch Blog, Enero 25
Clemens, Michael & Lant Princhett (2008). “Income per natural: Measuring development as if people mattered more than places”. Centre for Global Development, Working Paper 143
Clemens, Michael (2010). “The best way nobody’s talking about to help Haitians”. Aidwatch Blog, Enero 25
Clemens, Michael & Lant Princhett (2008). “Income per natural: Measuring development as if people mattered more than places”. Centre for Global Development, Working Paper 143
Easterly, William (2013). The Tyranny of Experts. Economists, Dictators and the Forgotten Rights of the Poor. Basic Books
Fariza, Ignacio (2014). “Rajoy busca en Bruselas cerrar un plan contra la inmigración irregular”. El País, Abril 2
González, Miguel e Ignacio Fariza (2014). “La UE logra el compromiso de los países africanos contra la inmigración irregular”. El País, Abril 3
Harford, Tim (2008). “What Is Income per Natural?”, Slate Abril 19
WB (1999) “The World Bank's 11th Annual Bank Conference on Development Economics (ABCDE)” Junio 1999, Washington, D.C. Comentarios al trabajo de François Bourguignon