martes, 11 de abril de 2023

Nueva moda: misiones Mazzucato

 Columna publicada en El Espectador, Abril 13 de 2023



Ojalá que el rumor y el debate sobre los honorarios que recibiría Mariana Mazzucato por conducir al gobierno hacia el liderazgo mundial en capitalismo inclusivo y sostenible hayan empantanado esa iniciativa. 


La discusión que se dio en Colombia -si se trataba de una consultoría o una asesoría- estuvo desenfocada. Lo que realmente ofrece la nueva vedette internacional son guías para lo que ella denomina misiones, entendidas como un conjunto de “orientaciones vitales para los progresistas" que quieren dejar atrás la economía neoliberal.


La palabra misión -ser enviado, recibir un encargo- tiene acepciones con clara connotación religiosa. La pandemia fue la gota que desbordó la copa del hartazgo de esta visionaria con el capitalismo salvaje y el despiste, casi desgreño, de los gobiernos para enfrentarla. Pero también le demostró el poder y la importancia del Estado para salir de una crisis. Su ultimo libro, Mission Economy: A Moonshot Guide to Changing Capitalism es tan ambicioso como ingenuo, incluso arriesgado, para sociedades agobiadas por mafias y altos niveles de corrupción. Según su autora, la evidencia favor de darle mayor protagonismo al Estado es abrumadora. “Al centrarse en el inmenso poder de los gobiernos para dirigir los mercados el capitalismo mismo puede rehacerse” argumenta. Con poca modestia, su objetivo escueto es cambiar la “locomotora” del sistema económico: que deje de ser la ganancia privada para convertirse en el interés público. 


“La receta de Mazzucato es que los gobiernos, en diálogo con los ciudadanos, definan los grandes desafíos de su tiempo y establezcan misiones para resolverlos en asociación con las empresas”. Así, no sorprende que quienes más se muestran entusiasmados con sus servicios sean gobernantes latinoamericanos anti sistema, mesiánicos y bien conectados con el pueblo. 


En octubre de 2022, cuando la predicadora de misiones hizo una gira por Latinoamérica para divulgar el informe que le pidió la CEPAL, posó con Gabriel Boric mostrando orgulloso tres de sus libros y con Gustavo Petro quien la considera una de las mejores economistas del mundo. El gobierno argentino “se jactó de ser el primer país en adaptar sus ideas a la política pública”. El Plan Argentina Productiva 2030 anunciado recientemente por el ministro de Economía es un conjunto de ambiciosos objetivos de desarrollo -como crear 3,5 millones de empleos en el sector privado-  respaldados con ideas explícitas de la gurú.  


La misión que inspira a Mazzucato, y el mega proyecto estatal que ofrece como evidencia para demostrar que sí son factibles las alianzas estratégicas entre un Estado emprendedor y el sector privado, es el programa espacial que culminó en julio de 1969 con el lanzamiento del Apolo 11 y los tres astronautas que caminaron por primera vez en la luna. 


Aunque el programa Apolo fue concebido en 1960 durante la administración Eisenhower y fue precedido por el proyecto Mercury (1958), Mazzucato se centra en el definitivo impulso que le dio John F. Kennedy, presidente desde 1961. “Para llevar a cabo la misión Apolo”, explica, “hubo que resolver cientos de problemas complejos. Algunas soluciones funcionaron, muchas fallaron. Todo surgió de una estrecha asociación (partnership) entre el gobierno y las empresas: una asociación con un propósito”. Según esta visionaria, corregir la amplia gama de problemas sociales que nos agobian requiere “cambiar las herramientas y la cultura del gobierno, creando nuevos marcadores de gobernanza corporativa y asegurando que las empresas, la sociedad y el gobierno se unan para compartir un objetivo común”. La motivación debe ser sólida, tipo “cueste lo que cueste”. Como fue Apolo 11 para Kennedy. 


Esta receta para garantizar un futuro deseable y que cualquiera pueda vivir sabroso suscita varios comentarios. Uno, el término partnership es medio falaz pues lo que realmente hubo para sacar adelante los programas espaciales fue el esquema tradicional de un gobierno boyante que pudo contratar grandes empresas privadas. Otro detalle silenciado sobre la misión elegida es el papel crucial que jugó el estamento castrense en su éxito. Desde 1946, “el Departamento de Defensa sentó gran parte del trabajo preliminar” que la hizo posible.


El presidente Kennedy probablemente es más recordado por la crisis de los misiles en Cuba que por el programa Apolo cuyo principal objetivo también era competir con la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría. Conviene recordar, entre los faraónicos proyectos de aquella época, el llamado Diefenbunker, un gigantesco refugio antinuclear que ordenó construir el primer ministro canadiense para poner a salvo a todo su gabinete y a unas 500 personas, de 17 millones. Algo llamativo de esta mole de concreto es que acabó siendo una atracción turística cuyas visitas están disparadas gracias a las travesuras  bélicas de Vladimir Putin. 


En síntesis, lo que Mazzucato ofrece como inspiración para que un gobierno emprendedor se asocie armoniosamente con empresas privadas fue el paradigma del más básico y ancestral de los servicios estatales: la defensa militar contra un enemigo foráneo. 

REFERENCIAS


Kibasi, Tom (2021). “Mission Economy by Mariana Mazzucato review – the return of the state”. The Guardian, Jan 20 


Manning, Bill (2003). “Beyond the Diefenbunker: Canada's Forgotten Little Bunkers BILL MANNING. Material Culture Review 57, Spring


Mazzucato, Mariana (2021). Mission Economy: A Moonshot Guide to Changing Capitalism. HarperCollins Publishers


NN (2020) “Apollo Program and Private Companies”. apollo11.space.com, August 11


Vergun, David (2019) “DOD Played Significant Role in Lead-Up to Apollo 11 Moon Mission”, U.S. Dept of Defense, July 15