Publicado en El Espectador, Febrero 29 de 2024
Antes de incursionar en la política, el excandidato a alcalde de Bogotá fue un colombiano sobresaliente en varias dimensiones. Con el petrismo perdió polo a tierra, mucho know-how y algo de sentido común.
Nacido en Girardot, este “escritor, empresario, periodista, guionista y político”, sexto hijo de médico y enfermera, emigró a Bogotá a los 11 años al morir su padre. Gracias a una profesora se apasionó joven por la literatura y en el colegio escribió una primera novela que dos décadas después adaptó a la TV. Pasó unos semestres por la Universidad de la Sabana sin asimilar conservadurismo. Militó en las juventudes galanistas donde conoció a Enrique Parejo, reemplazo de Lara Bonilla como Ministro de Justicia tras su magnicidio. Después, como embajador en Budapest, Parejo fue víctima de un ataque de los extraditables. Bolívar se presentó en su despacho para colaborarle en la lucha con una estrategia escrita. Trabajó ocho años en el Consejo de Bogotá al lado de este quijotesco antimafioso.
Publicó algunas obras antes del salto a la TV con Unidad Investigativa, un espacio de crónica roja. Lanzó la serie Pandillas guerra y paz reconocida en varios países e hizo nueve documentales sobre el desarme de pandilleros en distintas ciudades, “procesos que él mismo dirigió y llevó a buen término”.
Tuvo gran éxito internacional con Sin tetas no hay paraíso. A finales de 2013 un panel de intelectuales le hizo por televisión un juicio con aroma soviético. “¿Estamos listos para contar la historia de los Castaño en TV?” fue la trascendental pregunta que se hizo esta autoridad moral. “Yo no veo los canales nacionales” confesó una acusadora. “No resistí al tercer día” anotó otro. Estrenándose la serie, María Jimena Duzán, la anfitriona, decidió “no volverla a sintonizar”. El acusado invitó a aplazar el debate para después de los 75 capítulos programados, pero también le reprocharon la programadora, RCN, “un canal que se ha plegado mucho al poder”.
“No estamos listos para contar esa historia porque las víctimas de los Castaño están vivas” sentenció la improvisada Inquisición. La serie podría “entorpecer ideológicamente el proceso de paz que avanza en La Habana”. Con interés por la TV y un mínimo de información sobre Bolívar, el debate habría tenido algún interés. Tras el enjuiciamiento, el acusado aclaró: “yo he militado en la izquierda toda la vida, ¡ustedes me conocen!”.
En 2010 Bolívar inauguró en Girardot el Paraíso Hotel Estudios, un megaproyecto para invertir sus ahorros de $1.500 millones de entonces, algo como un millón de dólares de hoy. La idea original era más ambiciosa que un negocio turístico: un proyecto cultural para apoyar el sector audiovisual. Parte del terreno estaría destinado a “que las productoras alquilen y construyan sus propias ciudades escenográficas, graben y los artistas se hospeden ahí mismo”.
Tras dos décadas de febril y exitosa actividad como empresario y guionista, siempre controvertido por la élite intelectual cachaca, Bolívar volvió a la política. Aceptó la propuesta de Gustavo Petro para encabezar la lista de los Decentes al Senado. Hacer parte del régimen del cambio para un capitalista multimillonario es factible si revela públicamente su ideología de izquierda.
Bolívar apenas conocía al político que rechazó su apoyo financiero para la campaña a la alcaldía, pero su admiración se fortaleció con la destitución por el Procurador Ordoñez. El apoyo se volvió incondicional en las últimas presidenciales cuando Petro le aseguró con el Pacto Histórico una nueva curul. Ahí surgió la metamorfosis del analista social hecho a pulso, recursivo, pragmático y minucioso observador, que a pesar de su débil formación teórica le daba sopa y seco a la academia, no sólo en auditorio sino en relevancia, hacia una mala réplica de líder voluntarista con propuestas de acción pública sin diagnóstico riguroso, medición ni evaluación de resultados pero sí con compinchería ramplona, perceptible en sus trinos. “Mis mejores deseos para mi amigo y hermano Alexander López al frente del DNP… su liderazgo y compromiso con la causa progresista lo llevarán a entregarle grandes y prontos resultados al país… (Quienes) ahora denigran de (Petro) no solo son desleales y traidores sino que nos dan la razón a quienes pensamos que sin lealtad ninguna revolución triunfa… La dimensión universal que ha construido Petro a base de sabiduría y conocimiento de los problemas planetarios y de un entendimiento humano de la geopolítica debe molestar”.
Su amplio y atípico conocimiento del bajo mundo también quedó inoperante cuando más se requería. “Si aquí hubiera más ricos, hoy no habría tanta pobreza… en la medida que haya menos pobres, aquí va a llegar la paz… El presidente irá a los territorios a unir a la fuerza pública con la sociedad civil para ese empeño de la Paz”. Unas consideraciones tristemente pobres, candorosas e inconducentes para un experto internacional en pandillas, tetas, mafiosos y sus silenciados vínculos.
REFERENCIAS
Dávila, Vicky (2023). “Tienen la política como una empresa criminal”. Entrevista a Gustavo Bolívar. Semana, Enero 9
Dominguez, Luz Ángela (2023). “Gustavo Bolívar: ¿cómo pasó de escritor a ser el más fiel seguidor de Gustavo Petro?”. El Tiempo, Agosto 3
Duzán, Maria Jimena (2013). "No la vuelvo a ver", Semana Marzo 23
ET (2010). “El megaproyecto de Gustavo Bolívar se hizo realidad”. El Tiempo, Feb 27
Infobae (2022) “Gustavo Bolívar les pidió a los empresarios “no llorar tanto” por la reforma tributaria”. Sep 5
Posada Tamayo, Simón (2013). “Con Tres Caínes he perdido plata: Gustavo Bolívar”. El Tiempo, Abril 17
Restrepo, Juan Diego (2013). "Las ofensas de 'Tres Caínes'", Semana Marzo 8
Rubio, Mauricio (2013). "El interpretador, la izquierda y el juicio al guionista": El Espectador, Nov 28
Wikipedia, Gustavo Bolívar