Publicado en El Espectador, Junio 29 de 2023
A pesar de la cerrada mentalidad catalanista, una fiesta que fue pagana y luego apropiada por la Iglesia católica se volvió una alegre celebración del mestizaje de culturas, razas, nacionalidades, religiones y ritmos. La rumba global.
Las hogueras han sido siempre esenciales en esta festividad. Desde varios milenios antes de nuestra era, coincidiendo con el solsticio de verano, los habitantes del hemisferio norte encendían el fuego que los purificaría. Según algunas leyendas, ese día el sol, enamorado de la tierra, se negaba a abandonarla. Había que animarlo para que no dejara de salir a diario manteniendo la tierra iluminada hasta la noche más corta del año.
También se dice que la tradición la iniciaron los celtas. Buscaban “la bendición de sus tierras y asegurarse de que estas daban fruto suficiente para alimentarse”. Encendían hogueras “para dar la bienvenida al buen tiempo y para ahuyentar los malos presagios”. Pedían prosperidad para las parejas y fertilidad para las mujeres.
El sentido de la tradición cambió radicalmente con la llegada del cristianismo, en particular con el nacimiento de San Juan Bautista. Es el único santo al que se le celebra el aniversario. Nacido al oeste de Jerusalem el 24 de junio del año 1 A.C. vivió justo tras décadas y es venerado como profeta tanto por el cristianismo como por el Islam. A su padre Zacarías, sacerdote judío casado con Isabel, el arcángel Gabriel le anunció en el templo que tendrían como hijo al precursor del Mesías. En la Biblia se cuenta que ordenó encender una hoguera para anunciar ese nacimiento. A morir sus padres, Juan se fue al desierto a llevar una vida austera y a predicar. Muchos seguidores se acercaban a él para ser bautizados. No es fácil entender la relación entre el culto a un santo y una celebración con ritmos africanos. En Venezuela, está la fiesta de los tambores de San Juan. Se dice que en la Colonia los esclavos africanos tenían libres los días del 23 al 25 de junio para celebrar la recolección de cosechas y el aniversario del Bautista.
En el hemisferio norte la celebración del día más largo del año se asocia con la la abundancia y la fertilidad. El sol simboliza el renacimiento de la esperanza cotidiana. Ha sido común la creencia de que ese día espíritus y hadas vienen al mundo. En el Reino Unido, durante varios siglos, en esa fecha se hacían fiestas paganas “con criaturas de fábula y leyenda … como duendes, hadas, unicornios y demonios”. Hay quienes lo consideran una especie de carnaval en el que se suspenden las jerarquías y clases sociales establecidas: todas las personas parecen iguales.
El origen espontáneo y popular de la festividad dio un vuelco en los años ochenta del siglo pasado cuando Maurice Fleuret un “compositor, periodista musical, productor de radio y organizador de festivales” opuesto al elitismo de los autores clásicos fue nombrado director de música y danza del Ministerio de la Cultura del recién elegido presidente François Mitterand. Desde allí promovió la realización de festivales musicales, incrementó los subsidios y defendió vigorosamente los proyectos culturales del líder socialista. Su programa lo resumió anotando que “la música estará en todas partes y el concierto en ninguna”. Para él, como para todo el gobierno socialista, “la revolución estaba en marcha”. Por lo tanto había que darle voz a todos los géneros musicales hasta lograr “una liberación sonora, una embriaguez, un vértigo que son más auténticos, más íntimos, más elocuentes que el arte”.
Para el año siguiente, tras conocerse una encuesta según la cual en Francia cinco millones de personas, la mitad de ellas jóvenes, tocaban algún instrumento, con apoyo irrestricto del ministro de cultura Jack Lang se organizó un gran evento popular “que permitiera a todos los músicos tocar y darse a conocer durante una velada festiva”. Nació así la primera Fête de la Musique el 21 de junio de 1982. Los resultados superaron todas las expectativas. En 1997 se firmó en Budapest un acuerdo para celebrar cada año el Festival de Música Europeo, abierto a todos los nuevos socios incluso por fuera de la UE. El cambio cultural requiere no sólo presupuesto sino sólidas instituciones que lo encaucen.
La celebración del San Juan en Colombia es peculiar. Primero, está atada a la fiesta de San Pedro. Segundo, habría surgido como esfuerzo para alcanzar la paz: “este evento creado en plena violencia se propuso como una fiesta del espíritu para disminuir el baño de sangre en el Tolima”. Tercero, ha dependido de un reinado, el del bambuco, o sea de un género musical poco apreciado por las nuevas generaciones. No sorprende que a pesar de su larga historia no haya salido de sus parroquias de origen y esté lejos de ser un evento dinámico, abierto y cosmopolita. La autarquía nacional.
REFERENCIAS
C.M. (2022). “¿Cuál es el origen de las hogueras de la Noche de San Juan?” El Confidencial, Junio 22
Cuéllar, Alejandra, (2022). "¿Cuál es el origen de las fiestas de San Juan y San Pedro en Colombia?". Radio Nacional de Colombia, Junio 25
Dhyani, Neha (2023). "World Music Day". ByJu's Exam Prep, June 21
My, B (2023). "Fête de la Musique, son origine et son histoire". sortiraparis, Juin 21
Sadurni, J.M. (2023). "¿Cuál es el origen de las hogueras de San Juan? de culto pagano a tradición cristiana". National Geographic, Junio 22