viernes, 27 de marzo de 2020

Epidemiología política: cuarentena ¡NO!

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Manifiesto después de las gráficas





El coronavirus incrementó vertiginosamente el afán de intervenir la vida privada y los negocios. El voluntarismo es epidémico, delirante. Pero existen opciones distintas a cerrarlo todo.

La crisis disparó el entusiasmo por revolcar el neoliberalismo. Soñando con Edenes y Arcadias, se aplaude un drama plagado de daños. Se aprecia “la hora del teatro familiar” mientras llega “una civilización por la que valga la pena vivir y morir”. En pleno posconflicto brota resentimiento: “el trance ha desnudado las purulencias de un modelo económico”. Se alaba el triunfo del estatismo redentor: “nunca antes habíamos mirado todos hacia el Estado, demandándole no sólo acciones sino indicaciones de cómo proseguir”. La pretensión pedagógica es ambiciosa: “todos los países del orbe están urgidos a adoptar un nuevo modelo económico”. Para oportunistas, Covid-19 es una disculpa: promueven su ideología, no un debate político. Que se alcancen a percibir señales de que una eventual secuela de las medidas es acabar con el capitalismo debería ser suficiente para reflexionar y evaluarlas mejor.

Dinamarca y Suecia, sociedades poco neoliberales, optaron por caminos opuestos ante la epidemia. La primera cerró fronteras, escuelas, restaurantes y cafés, prohibiendo reuniones con más de 10 personas. Un epidemiólogo universitario no oculta su entusiasmo. “Soy un fanático. Tenemos un gobierno muy valiente que ha respondido rápidamente y de manera dramática, aunque las consecuencias sean graves para la economía”. El académico ni se molesta en respaldar su opinión con una curva de contagio. Su argumento escueto es un viejo refrán.

Suecia adoptó otra estrategia. Las fronteras se cerraron parcialmente, las escuelas permanecen abiertas, no hay cuarentena obligatoria, tampoco clausuraron comercios o espacios públicos. El tamaño de las reuniones permitidas es amplio. En síntesis, casi business as usual con recomendaciones que la población acogerá o no voluntariamente. Las inusuales decisiones se tomaron después de que la Agencia de Salud Pública aumentara la calificación del riesgo a “muy alto”, con 36 muertes por el virus. La  independencia de la agencia es reconocida. Según Anders Tegnell, su director, “todo se ha vuelto demasiado político. El cierre de fronteras es el ejemplo clásico. Durante la pandemia de 2009 hubo consenso en que cerrar las fronteras nunca funcionará”. Cuando los vecinos escandinavos anunciaron su aislamiento del mundo, Tergell declaró que  esa decisión no tenía base científica. Su posición ecléctica concuerda con críticas a las costosas decisiones adoptadas bajo enorme incertidumbre. Donde se ha logrado controlar la epidemia, como en Vo' Euganeo, Italia, ha sido gracias al seguimiento focalizado de la población contagiada. Testimonios históricos como el de Typhoid Mary, portadora asintomática del virus, apuntan en la misma dirección. Por el contrario, el cuento chino de que allá contuvieron la epidemia con medidas autoritarias ya está seriamente cuestionado. Corea controló la epidemia sin medidas draconianas de encierro. La histeria salubrista alcanzó a hablar de 100 mil nuevos casos diarios en China. Fueron menos de 90 mil en total.  

No sorprende que sea desde Suecia que llegan realismo y sentido común. Con instituciones socialistas y liderazgo estatal de la economía, están a años luz de quienes añoran un Nirvana inexistente mientras aplauden la destrucción de fuentes de trabajo, riqueza e impuestos sin importarles la ruina del sector informal ni la financiación de hospitales. El Estado sueco optó hace décadas por no expropiar capitalistas sino aliarse con ellos; protege la producción de la que dependen los impuestos y el gasto social.

En Colombia, quienes no celebran la quiebra masiva porque enseñan economía tomaron una posición pusilánime. Sin siquiera debatir las medidas que asfixiarán el aparato productivo y en particular al segmento informal, proponen “una transferencia monetaria inmediata” para la gente afectada. No hace falta una especialización en finanzas públicas para saber que esos tiempos se miden en meses, años, mientras la emergencia es cuestión de días. En el barrio Egipto de Bogotá hay crisis alimentaria. En otras ciudades las protestas de mototaxistas ya empezaron. La crema tecnocrática propone estudiar cómo “establecer las personas que serían beneficiarias de este programa” (!) para luego “determinar la estrategia para implementarlo” (!!) y por último “evaluar las implicaciones fiscales de dicha medida” (!!!). En lugar de este anteproyecto de política ficción, una academia realmente responsable concluiría que 23 millones de personas en peligro de pasar hambre por la cuarentena hacen que esa opción sencillamente no sea viable. Sobre todo cuando la incertidumbre en la tasa de mortalidad es asombrosa: entre 1/100 y 1/2000. A pesar de eso, la directora del INS estima para el país "4 millones de contagiados y casi el 80% con síntomas leves". Oficialmente, la catástrofe sanitaria en Colombia dejará un número de personas afectadas más de seis veces superior al total observado hasta el momento en 199 países. 

El municipio más boyante del país presentó el esbozo del programa “Bogotá solidaria en casa” sin saber cuánto durará. El DANE tratará de suministrar información a otras entidades para mitigar el impacto de la emergencia. Ambos afanes dejan clara la precariedad un Estado Social de Derecho sin seguro de desempleo, que requiere financiación. A pesar de la Constitución del 91, Colombia no es Dinamarca, ni Francia, ni Italia, ni España. El control de daños tendrá que aterrizar: salud prioritaria pero sin hundir un capitalismo incipiente ni agravar la situación ya angustiosa de 6 millones de familias informales. Es lo que hay, un dato más para el algortitmo de los modelos de simulación epidemiológica.

Qué gran paradoja sería que una burocracia municipal inexperta, apenas calentando motores, y una clase política siempre sospechosa de corrupción, aupadas por una oposición surrealista y secundadas por una academia que por la paz entregó su capacidad para criticar decisiones públicas cruciales tuvieran que señalarle a la tecnocracia sueca, usualmente sensata, eficaz y sensible, que está manejando irresponsablemente el coronavirus.

REFERENCIAS

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Baratier, Edouard. (1962) “Une ville devant la peste, Orvieto et la peste noire de 1348”. Paris S.E.V.PE.N. 

Beauchamp, Zack (2020). “The myth of authoritarian coronavirus supremacy”. Vox, March 26

Blogeconomía (2020). "Transferencia monetaria inmediata para los informales". La Silla LLenaMarzo 24

Carroll, Rory (2020). "Typhoid Mary: the super-spreader before the term even existed". The Guardian, March 10

De la Torre, Cristina (2020). “Claudia: habemus mando”. El EspectadorMarzo 24

Delgado Gómez, Paula (2020). “La carrera por direccionar las ayudas del Estado en tiempos de coronavirus”. El Espectador, Mar 27

EE (2020) “¿Quiénes recibirán las ayudas del programa ‘Bogotá Solidaria en Casa’?”. El EspectadorMar 25

ET (2020). "‘Estimamos 4 millones de contagiados y casi el 80% con síntomas leves". El Tiempo, Marzo 27

García-Peña, Daniel (2020). “Pandemias varias”. El EspectadorMarzo 24


Gómez Pinilla, Jorge (2020). “El amor en los tiempos del co… ronavirus”. El Espectador, Marzo 25

Harford, Tim (2020). “Why it’s too tempting to believe the Oxford study on coronavirus”. Financial Times, March 27

Infobae (2020). “La advertencia de un académico y epidemiólogo de Stanford sobre el coronavirus”. Marzo 17

Ioannidis, John P.A. (2020) “A fiasco in the making? As the coronavirus pandemic takes hold, we are making decisions without reliable data”. Statnews, March 17

López de Mesa, Julián (2020). “La fábula de María Tifoidea”. El Espectador, Marzo 26

Ospina, William (2020). “El año que vivimos peligrosamente”. El EspectadorMarzo 22


Milne, Richard (2020). “Sweden bucks global trend with experimental virus strategy”. Financial TimesMarzo 25

Petro, Gustavo (2020). Análisis sobre el Coronavirus en Colombia. YouTube

Rothschild, Nathalie (2020). “Sweden Is Open for Business During Its Coronavirus Outbreak”. Foreign PolicyMarch 24

Sridhar, Devi (2020). “Without Mass Testing, the Coronavirus Pandemic Will Keep Spreading”. Foreign Policy, March 23

The Local (2020). “Why is Denmark's coronavirus lockdown so much tougher than Sweden's?” March 20

VVAA (2020) “Intervenciones no farmacológicas para la contención, mitigación y supresión de la infección por COVID-19”. Universidad de Antioquia – UNED – Marzo 28