Publicado en El Espectador, Mayo 8 de 2025
Hay una izquierda que, definiéndose atea y tolerante, guarda una actitud ambivalente hacia los clérigos. La muerte de Francisco sugiere que, como en tantas dimensiones, su aceptación depende de que condenen las ideas de derecha.
“Un pontífice que pontificó contra el mercado” tenía que ser alabado al morir por una izquierda visceralmente anticapitalista como la colombiana. Un papa que “en su homilía de Bogotá (2017) llamó sembradores de cizaña a los enemigos del proceso de Paz” había que utilizarlo políticamente. Incluso incurriendo en imprecisiones como “se ocupó de la naturaleza, descuidada por sus 265 antecesores”.
“No soy católico, pero se necesitaría a alguien con la sabiduría de Francisco para entender algunos de los misterios de nuestra política” anota quien desearía una Iglesia entrometida sólo para respaldar sus intereses políticos, como la reforma laboral que hundió el Congreso.
El entusiasmo de la izquierda colombiana con Francisco no es nuevo. El cenit se observó en su visita del 2017, también rica en contradicciones. Un columnista que destaca “la venida de este líder espiritual carismático, abierto, que predica en el tono y lenguaje correctos la tolerancia” recuerda que recibió de Uribe “una epístola que tendrá que entrar en las futuras antologías de la ridiculez, acumulando ínfimas querellas provincianas… La manía de darle quejas a Francisco sobre una sarta de pequeñeces no se circunscribe al uribismo”.
Bastante franco y transparente fue en esa ocasión Alfredo Molano. En persona, Francisco le pareció “bondadoso, alegre, atento, inteligente. Confieso que me emocionó sentir su humanidad. Su carisma transmite la poderosa energía que la atención de medio mundo pone sobre él. Yo no había visto ningún papa, ni me interesaba. Pero a Francisco lo tengo como uno de mis maestros políticos, un tema que en el fondo considero espiritual”.
Con su habitual modestia, Gustavo Petro reaccionó a la muerte del pontífice con un trino: “se me fue un gran amigo. Me siento algo solo”. Acto seguido, aprovechó esa camaradería para obtener réditos políticos. Primero, anunció que “como el presidente que aún soy… y un poco más solo sin tí, voy a ordenar que se imprima por millones la "laudato si" para que se lea en las escuelas, para que el campesino lea tus palabras, hermosas y libres, infinitas; para que tu energía pase de mano en mano, de los niños y las niñas, y que lean lo que es la libertad, y el cuidado de la vida y aprendan a amar con tus palabras, la vida, compañero, a la que le han declarado la guerra”. Después, de manera francamente abusiva, colgó un video que empieza con la voz de Francisco en el fondo y se transforma en arenga del tribuno: “el primero de mayo es la hora del pueblo, es la hora de la esperanza, de la libertad y de la dignidad”.
El anunciado día del trabajo, en vivo y en directo, Petro completó el show en términos poco franciscanos, esgrimiendo la espada de Bolívar, mostrando su nueva, amenazante e indudablemente violenta bandera. “¿Por qué roja, y por qué negra? Porque el negro es la muerte y el rojo es la libertad. Significa esta bandera libertad o muerte. El pueblo vuelve a levantar(la) para que no nos tomen por pendejos… Esta bandera que yo antepongo contra esas rejas y mortajas negras que tiene el Capitolio significa que hoy por hoy el pueblo en todos los rincones del país… dice que llegó la hora del pueblo ¡No hay paso atrás! Llegó la hora de la República y está en manos del pueblo. Por eso se esconden allá, entre la mortaja negra”.
En El loco de Dios en el fin del mundo, Javier Cercas relata cómo, al ser elegido papa en 2013, un cardenal se acerca a Bergoglio para preguntarle si acepta. Él responde que sí y agrega, “aunque soy un gran pecador”. Luego el escritor aprende que, después de las misas en la Casa Santa Marta donde vivía, el papa prefería pedir a los presentes que rezaran por él y recibir su bendición, en lugar de impartirla. La razón era la misma, saberse pecador. Por eso Jesús había elegido a Pedro, un traidor, el más pecador de sus apóstoles, como primer papa. “No se trata de dirigir con la cabeza alzada como los dominadores; no, sino de dirigir con humildad, como hizo Jesús”, precisó Francisco. Petro tendrá que empezar a creer en la resurrección de la carne y la vida eterna para preguntarle a su amigo si sus excesos fueron perdonados.
De todas maneras, no es indispensable la actitud franciscana para gobernar. A muchos ciudadanos nos bastaría la norma básica de la vida en comunidad, la Regla de Oro: no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.
REFERENCIAS
Cercas, Javier (2025). El loco de Dios en el fin del mundo. Random House
De Miguel Josú (2025). “La muerte política del Papa Francisco”. El Mundo, Abril 23
Gutiérrez Sanín, Francisco (2025). “La guerra sí tiene rostro de mujer”. El Espectador, Sep 8
Gutiérrez Sanín, Francisco (2025). “Misterios insondables”. El Espectador, abril 25
Lomonaco, Amedeo (2022). “Los Papas y los animales, criaturas en el corazón de Dios y de la Iglesia”. Vatican News, Enero
Londoño, Julio César (2025). “El evangelio de Francisco”. El Espectador, abril 26
Molano, Alfredo (2017). “Reconciliación concreta”. El Espectador, Sep 9
Rubio, Mauricio (2017). “Papa, laicismo y paz”. El Espectador, Sep 10, Blog personal