sábado, 20 de septiembre de 2025

Simón Bolívar, sus seguidores, sus detractores y la Criolla Principal

 Publicado en El Espectador, septiembre 28 de 2025



En 1982, tras la conmemoración en un cuartel de la muerte del Libertador, emulando al joven Simón Bolívar en Roma, Hugo Chávez juró “que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos”. También esbozó su programa: “elección popular, tierras y hombres libres, horror a la oligarquía”.  En la “Juramentación del Frente de Juventudes Bicentenario”, un acto público transmitido por TV en 2010, Chávez alzó con guante negro la espada del Libertador. Proclamó, "¡que viva Bolívar! Aquí está tu espada desenvainada y levantemos el puño izquierdo, el del corazón para jurar. Vamos a repetir el juramento del Monte Sacro… es una llamada a la heroicidad, a escribir la historia”. 


En enero de 2025, ante las amenazas arancelarias de Trump, Gustavo Petro trinó que Colombia es “el primer territorio libre de América, antes de Washington, de toda la América, allí me cobijo en sus cantos africanos… No nos dominarás nunca. Se opone el guerrero que cabalgaba nuestras tierras, gritando libertad y que se llama Bolívar”. En Marzo, evocó al Libertador para afirmar que “cuando la tiranía contra el pueblo se impone, el pueblo debe rebelarse con la mayor fuerza posible”. El día del trabajo empuñó la espada, convocó al pueblo a defender las reformas sociales y la libertad, recordó el robo de ese símbolo por el M-19 y proclamó “quiero que cada habitante de los que nos acompañaron y nos acompañarán… sepa que el que comanda no es el presidente Gustavo Petro, es la espada de Bolívar”. 


Xavier Padilla, escritor y analista político venezolano, cita una carta de Bolívar al Congreso de la Nueva Granada en 1813 en la que reporta haber pasado por una decena de pueblos y que “todos los europeos y canarios sin excepción han sido pasados por las armas”. Padilla dedica su libro, El Ídolo que Devoró a su Pueblo, a los “dos mil cuatrocientos prisioneros venezolanos que las fuerzas ‘patriotas’ masacraron en febrero de 1814, por orden de Bolívar”. El horror empezó en una carta del General en la que, por la “baja guarnición y un crecido número de presos ordeno que inmediatamente pasen por las armas todos los españoles presos en esas bóvedas y en el hospital, sin excepción alguna”. Para ahorrar pólvora, en el Fuerte San Carlos de la Guaira, “lejos de las miradas, los cuerpos fueron decapitados con machetes o sables, apuñalados, ahorcados, rematados a pedradas, quemados vivos, ejecutados en hogueras improvisadas”. Un oficial que se negó a participar fue degradado y también ejecutado. Difícil no recordar Tacueyó y otros convencidos bolivarianos. 


Buscando entender esas dos facetas tan nítidas de Bolívar, héroe liberador y villano cruel, útil para el fanatismo de izquierda y de derecha, encontré a la historiadora venezolana Inés Quintero que lleva años estudiando la independencia y el papel de las mujeres en ese proceso. Los archivos del Libertador guardan muchas cartas de su hermana mayor, Maria Antonia. Pero esa figura seguía siendo misteriosa. Numerosas biografías de Bolívar apenas la mencionan para referirse a un consejo a su hermano: “que no aceptase la oferta de quienes pretendían coronarlo”. La excepción es un libro de Salvador de Madariaga, que “insiste sobre las ideas políticas de María Antonia, refiere su rechazo a la Independencia y da cuenta de las profundas reservas que tenía respecto a la conducta política de su hermano menor”. El célebre pensador liberal español no se detuvo en la vida de esta mujer. Eso motiva a Quintero a escudriñar su pasado y, en general, la enorme contradicción de la élite criolla venezolana: promover la Independencia rompiendo “de manera tan drástica con los valores y principios que había sostenido y defendido”. María Antonia Bolívar no encajaba en ese perfil. “Enemiga ferviente de la república y entusiasta defensora de la monarquía… rechazaba de manera categórica las novedades que pretendían instaurarse”. No era un caso aislado. Por esa razón, a pesar de su cercanía con el Libertador, fue silenciada en la “teología Bolivariana” que, proyecto autocrático, no admite fisuras. Para iluminar esas tinieblas, conviene leer La Criolla Principal, disponible en línea. 


Inés Quintero criticó el Bolívar de Caracol-Netflix por su falta de rigor histórico, pero esta serie cumple de sobra un papel crucial: desmitifica al Libertador, muestra sus matices y contradicciones. Lo mismo logra con Maria Antonia, que los fanatismos condenarían o santificarían. En medio de la fiebre bolivariana, un valioso aporte de la serie al debate político son los desacuerdos y conflictos entre Bolívar y Santander, aún pertinentes. Contra las delirantes invitaciones a la guerra por la libertad blandiendo una espada caduca, alivia ver o leer defensas sensatas sobre la importancia del santanderismo para las instituciones. 


REFERENCIAS


Bracci, Luigi (2010). “El Presidente Chávez desenvaina la Espada de Bolívar y juramenta a Juventud Bicentenaria!”

Youtube, Febrero 10


EFE (2025). “Petro toma la espada del Libertador para que guíe la consulta popular sobre reformas”. SWI Swissinfo.ch, mayo 1


Padille, Xavier (2025). El ídolo que devoró a su pueblo. Amazon. Versión Digital


PSUV (2024). “1982: El Comandante Chávez juró defender la Patria ante el Samán de Güere”. Partido Socialista Unido de Venezuela, psuv.org, Diciembre 17


Quintero, Inés (2024). La Criolla Principal. Banesco


Rubio, Mauricio (2025): “Los infames verdugos de Tacueyó, pupilos y aliados del M-19”. El Espectador Junio 26, Blog Personal


Saavedra, Frank (2025).”Las frases más contundentes de Gustavo Petro en su discurso en la plaza de Bolívar”. Infobae, Marzo 19


Venezuela Provincial (2024). “La criolla principal - Una hermana realista de Simón Bolívar con Inés Quintero”, Youtube, Oct 9

martes, 16 de septiembre de 2025

Del VHS a Netflix. La imprevisible evolución del entretenimiento a la carta

Publicado en El Espectador, Septiembre 18 de 2025


En 1994, la Corte Constitucional (C-318/94) aclaró la distinción entre monopolio estatal y reserva en servicios públicos como la TV. Así, sin alterar el control sobre el espectro electromagnético, facilitó la apertura a operadores privados y la competencia. Aunque la izquierda habla de privatización, simplemente se permitió que coexistieran canales públicos y privados. Nadie planeó, ni podía prever, cómo evolucionaría ese arreglo.  


Desde los setenta, programadoras colombianas vendían en el extranjero. RTI lideró la exportación de los VI Juegos Panamericanos de Cali en 1971. Fueron “100 horas de producción en vivo y directo, la mayoría exportadas a toda América”. Enviado Especial, con reportajes de Germán Castro Caicedo, se intercambió con televisoras de otros países. En los ochenta se exportaron capítulos de El Cuento del Domingo, adaptaciones de literatura latinoamericana. En esa misma década, Caballo Viejo, de Caracol Televisión inició el boom de novelas colombianas -Café, Azúcar, Betty la Fea- con audiencia global para el talento colombiano. “La lista de países en donde se han transmitido las telenovelas incluye los latinoamericanos y algunos europeos, asiáticos y hasta africanos”. En 1991 Escalona y Carlos Vives, también de Caracol, extendieron la bonanza a la música pop colombiana que, con los años y Shakira, se tomaría el mundo. Hoy, el número de cantantes nacionales top mundial es similar al de España, Mexico o Argentina. 


Gracias al VHS y los videoclubes, en los ochenta la gente pudo librarse de los horarios fijos y la publicidad en TV. A pesar de su alto costo inicial, el avance no fue elitista. En esa época, “uno de los planes preferidos de los colombianos era alquilar películas”, que veía toda la familia, hasta con los vecinos. A eso se sumaban “distribuidores privados con copias (piratas)” y equipos abaratados por el lavado de dinero en los sanandrecitos.


En los noventa, la llegada de internet -bien público con proveedores privados traído al país por Uniandes con fundaciones norteamericanas- permitió nuevos formatos que complementaron la TV por cable o por satélite con antenas individuales. En este siglo, Youtube, creación de tres jóvenes para compartir videos, y luego las redes sociales revolucionaron para siempre la oferta de entretenimiento y de información. La izquierda obsesionada con una conspiración neoliberal contra el pueblo jamás aceptará que esos avances tecnológicos juveniles implicaron una democratización real de los medios. 


Netflix, ícono de las plataformas por streaming, empezó en 1997 como un videoclub que enviaba a domicilio películas en DVD. La idea surgió por la rabia que le produjo al actual director general (CEO) una multa por devolver tarde una película de Blockbuster. El objetivo con su socio era crear un “Amazon para DVDs”. Tardaron varios meses para ofrecer un sitio web que permitía, con una mensualidad, recibir la selección por correo y devolverla con porte pagado, sin multas por retrasos. Después idearon el software que recomendaba películas a partir del historial de pedidos y en el 2000 ya tenían un millón de usuarios. El salto al streaming del 2007 estuvo basado en el programa de personalización de gustos con la base de datos de los DVDs. Hoy cuentan con 270 millones de usuarios globales y entraron en las grandes ligas productoras de contenidos. 


El software que “promedia” gustos individuales y detecta tendencias hace que los guiones sean, de hecho, colectivos, verosímiles, e incluso woke, con sensibilidad a valores sociales como la justicia, sin racismo, sexismo ni homofobia. Así lo ilustran las producciones Netflix mundiales y las hechas en Colombia, que también desafían leyendas conspirativas sobre cómo el gran capital foráneo silencia al pueblo. 


La popularidad global del entretenimiento a la carta muestra la enorme importancia que los usuarios de cualquier cultura le asignan a elegir, aunque toque pagar, tanto el contenido como el momento para disfrutarlo. Algo similar puede decirse sobre la información que es realmente accesible para cualquier persona, incluso de estratos populares, como bien saben las bodegas oficiales. La absurda y dogmática crítica de quienes añoran la cultura centralizada, coordinada por una burocracia costosa y poco creativa, con tentáculos en todas las manifestaciones artísticas, refleja una visión caduca y reaccionaria de la sociedad, como los independentismos. 


Las escasas referencias de Gustavo Petro a Netflix muestran la obsesión por machacar su ideología. Recomendó, por supuesto, Cien años de soledad como también Fronteras Verdes sobre el Amazonas. Ensalzó Las pacientes del doctor García, médico republicano infiltrado en una red clandestina nazi y Los últimos 12 años de los Tupamaros y el M-19. Sus relatos y actuaciones revelan que no es netflixsta. Leer a Marx en el Bois de Boulogne con un sindicato de trabajadores sexuales no pasaría el filtro de guionistas serios. Tampoco lo haría la escena de un mandatario contemporáneo acosando en público a una subordinada.


REFERENCIAS


Alfonso, Juan David (2025).  “RTI, El cuento del domingo y Castigo divino: Literatura en televisión”. Señal Memoria,  Abril 24


Cointernet (2019) “Arpanet, Internet y la World Web”. PuntoCO, Mayo 31


Correa, JD (2025). “Entrevista a Luciana Cadahia”. Conversaciones Pendientes, Julio 10


EcuRed (sf). “RTI Televisión”. Ecured


ET (2001). “Telenovelas Colombianas Tipo Exportación”. El Tiempo, Marzo 23


ET(2009). “El final de la historia”. El Tiempo, Marzo 11


Gómez Rincón Barbarita y Alejandra Muñoz (2019) Eds Aproximaciones a una Historia del Videoarte en Colombia, 1976-2000. Idartes 


González, Alejandra (2023). “Ésta es la historia del origen de Netflix, la empresa que desplazó a Blockbuster”. Milenio, Agosto 29


Manrique, Poble (2025). “Las Redes del Gobierno como Bodega de Petro: Así se Movieron 77 Cuentas Oficiales”. La Silla Vacía, Septiembre 15


“Lancheros, Katherine (2025). “Petro le hizo frente a los señalamientos de “misoginia” tras polémico gesto con Gloria Miranda: ‘Yo no le tengo asco, todo lo contrario’”, Septiembre 16


Seara, Fabiana (2023). “La plataforma que propulsó el reino del vídeo: así es la historia de YouTube”, marketingdirecto.com, Noviembre 25


Velandia, Irena (2005).”La Televisión abierta en Colombia a la luz del Derecho de la Competencia”. Monografía, Uniandes, Facultad de Derecho


lunes, 8 de septiembre de 2025

Medios capitalistas opresores, cultura popular e inclusión de minorías

 Publicado en El Espectador, septiembre 11 de 2025


La narrativa de la izquierda posterior a la socialdemocracia es que el capitalismo depredador se apodera de cualquier manifestación cultural para volverla mercancía y, peor aún, mantener al pueblo excluido, sin voz, ni igualdad, ni justicia social, ni paz.


La izquierda intelectual que, además de libros y estudiantes, ha enfrentado un público masivo que exige realismo y no doctrina, siempre tiene cosas interesantes para contar. Así era Gustavo Bolívar, exitoso guionista que probó las mieles del poder político y le gustaron. Terminó amando al líder sin ser correspondido, tal vez por su actitud de empresario pragmático, por petrista impuro. El dilema entre ideología progre y apego a la evidencia lo ilustró un juicio de opinión televisado que le hicieron en 2013 por una serie que desafiaba mitos sobre el paramilitarismo. “Yo he militado en la izquierda toda la vida, ustedes me conocen”, suplicaba. 


En ese show inquisitorio, “¿Estamos listos para contar la historia de los Castaño en TV?”, con aroma soviético, el acusador menos severo, y el único que había visto todos los capítulos emitidos, era Omar Rincón, analista de la cultura y los medios de comunicación. En una entrevista reciente con Juan David Correa, Rincón desmenuza la teoría del sometimiento de los medios al capitalismo. En Latinoamérica, tras las dictaduras militares, se cerraron facultades de sociología y sus profesores buscaron refugio en las de comunicaciones. Así, surgió un paradigma de la cultura y los medios diferente al norteamericano y al europeo. También anota que la “década grande de la telenovela colombiana fue del 84 al 94”. Cita a su maestro Jesús Martín-Barbero, para quien “pasó más país por la telenovela que por lo noticieros de TV… La telenovela colombiana anunció la Constitución del 91… descubrió la diversidad cultural colombiana”. 


Este fenómeno se dio con una TV pública que arrendaba espacios a programadoras privadas. Series como La Potra Saina, Café o Azúcar generaron, según Rincón, una vigorosa agenda cultural. “Un país que tenía en la TV un espejo para mirarse… era un artefacto cultural maravilloso, precisa. Esto ocurría gracias a empresas capitalistas, con incentivos comerciales. Rincón no mencionó Los Pecados de Inés de Hinojosa producida en 1988 por RTI Televisión para celebrar sus 25 años. Esa histórica serie histórica,  rompió esquemas en varias dimensiones. Uno, “marcó la pauta en materia de producción” utilizando técnicas cinematográficas. Su director, Jorge Alí Triana, quería que se exportara y grabó exteriores en varias regiones del país. Dos, “mostró el poder femenino… Nunca habíamos visto a una mujer asumir su sexualidad con tal potencia y aplomo”. Tres, criticó la hipocresía, abordó tabús. introdujo “temas como incesto y sadomasoquismo, que nunca habían estado en la televisión”. Cuatro, “(fue) una de las más memorables en la historia… una declaración contra la mojigatería y el pudor”. Sus protagonistas, Amparo Grisales y Margarita Rosa de Francisco, que interpretaban a una tía y su sobrina, fueron acusadas de degeneradas; la primera acabó excomulgada, la segunda terminaría siendo locuaz líder de izquierda. En síntesis, esta producción “logró demostrar a un país conservador que el sexo y el placer… forman parte de todo lo que somos como colombianos y seres humanos”. Los comentarios anteriores sobreviven en la web de Señal Colombia, con la etiqueta “Historia LGBT”. Parafraseando a Martín-Barbero, esta serie se le adelantó a la Constitución del 91: descubrió la diversidad sexual. 


RTI (Radio Televisión Interamericana S.A.) la fundaron en 1963, como Sociedad Anónima, Fernando Restrepo y Fernando Gómez Agudelo quien en 1954, de 23 años, siendo director de la Radio Nacional, fue el artífice de la llegada de la televisión al país. No se burocratizó para vivir de un sueldo o donaciones a dedo. Prefirió ser libre y autónomo, tomar riesgos e innovar, para ofrecer desde la orilla empresarial entretenimiento con cultura colombiana. Su compañía produjo series como La Mala Hora, Destino la Ciudad, El Buen Salvaje, Candó, Don Chinche… Asimilar este gigante de la TV, o las productoras privadas de buenas telenovelas y series, a mercachifles que buscan embrutecer al pueblo para someterlo, más que un simple prejuicio, es una colosal estupidez. 


Volviendo a la entrevista, Omar Rincón menciona la precariedad de la televisión sin colaboración privada, con bodrios que tal vez ni siquiera él veía, como Yuruparí, coproducida por Audiovisuales y FOCINE, estatales, o el profesor Yarumo de la Federación de Cafeteros. Después, sin previo anuncio ni justificación, da el volantín dogmático: “la catástrofe vino con la privatización del 94”. Qué incoherencia con el escenario expuesto previamente: empresarios privados que lideraron el desarrollo de una TV con calidad y enorme audiencia, que visibilizó a las minorías. Y consolidó sin burócratas caprichosos o autócratas una cultura popular lista para exportar, como soñaba Jorge Alí Triana.


REFERENCIAS


Arias Escobar, Felipe (2022). “Fernando Gómez Agudelo, pionero de la televisión”. Señal Memoria, Abril 22


Correa, Juan David (2025). “¿Están los medios preparados para el país popular?”. Conversaciones Pendientes, Youtube, Mayo 3


Giraldo, Fabián (2020). “5 razones por las que 'Los pecados de Inés de Hinojosa' rompió esquemas”. Señal Colombia, Julio 1


Duzán, María Jimena (2013). “¿Estamos listos para contar la historia de los Castaño en TV?”. Revista Semana, Marzo 13


González, Luis (2025). “Los cierres de carreras de sociología en América Latina (1962-2024)”. RAES, Revista Argentina de Educación Superior,  XVII(30), 

pp. 114-126.


Letralia (2025) “Murió el investigador hispanocolombiano Jesús-Martín Barbero”, Junio 14


Rubio, Mauricio (2013). “El interpretador, la izquierda y el juicio al guionista”. El Espectador, Nov 28

domingo, 31 de agosto de 2025

El error garrafal de Duque: dejar acabar el programa “Ser Pilo Paga” (SPP)

 Publicado en El Espectador, 4 de septiembre de 2025



Difícil imaginar un papayazo mayor que la foto de Iván Duque con Netanyahu, ambos sonrientes promocionando el libro del otro. El colosal descache no afectará a terceros, como sí lo hizo dejar fenecer “una de las innovaciones de política pública de educación superior de mayor impacto en Colombia en el siglo XXI”. Así piensa Adolfo Meisel, historiador y rector de la Universidad del Norte. Como varios centros universitarios participantes en SPP, esta institución privada es una fundación “de utilidad común y sin ánimo de lucro”. 


SPP nació de una alianza del gobierno con la Universidad de los Andes, ícono de la educación superior elitista y excluyente. Murió por un estatismo fanático adobado con politiquería, de izquierda y derecha. Pablo Navas, principal impulsor, cuenta en Atemporal cómo al asumir la rectoría se propuso que más estudiantes de muy bajos ingresos entraran a Uniandes. Empezó fortaleciendo una iniciativa anterior. Su lema inspirador fue que “el talento está distribuido igualitariamente pero los recursos para desarrollarlo no”. El desafío lo extendió a aumentar los chances de que jóvenes de estrato bajo y con capacidades muy superiores al promedio entraran becados a distintas universidades, públicas y privadas, de primer nivel.


Roberto Zarama, antiguo director de Departamento, trabajaba con Juan Penagos, cuya tesis doctoral analizaba la rentabilidad social de la inversión en educación. Lo hizo para “las buenas universidades” e incluyó en su modelo factores como la formalización de quienes se gradúan, su estatus de contribuyentes y sus aportes a la seguridad social. Un grupo reducido de esos establecimientos de calidad, con rectores muy amigos, se reunía periódicamente. Para una sesión al inicio del segundo gobierno Santos, Gina Parody quiso asistir. Zarama y Penagos presentaron su trabajo. Maravillada, la futura Ministra de Educación le pidió a Navas poder utilizar esa herramienta. Él, consciente de administrar un bien público, ofreció mandarle a los autores para ayudarla. Cuatro meses después se lanzaba SPP con tres mil estudiantes. Además de hacerlo operativo, el nombre, verdadero hit, fue obra del Ministerio. Mariana Mazzucato, estrella inicial de Gustavo Petro, no hubiese imaginado una coalición público-privada más eficaz y exitosa. 


Las universidades públicas, aunque gratuitas, cuestan lo mismo que las privadas de calidad similar. Sus estudiantes reciben un subsidio estatal nunca explícito. Absolutamente todas las evaluaciones, cualitativas y cuantitativas, que se siguen haciendo coinciden en que SPP fue un logro rotundo, sobre todo por su impacto indirecto y a largo plazo. El Tecnológico de Monterrey se inspiró en SPP para su programa “Líderes del Mañana” y  las evaluaciones confirman para México lo hallado en Colombia.


La “triste muerte de SPP” fue no llegar a ser política de Estado. La mineducación de Duque “no tenía las habilidades para negociar con FECODE”, anota Navas. Las razones del poderoso sindicato de docentes para oponerse fueron más pertinentes que la crítica temprana de un opositor al programa, Álvaro Uribe. El anti santismo intenso tumbó una excelente iniciativa cuando ya estaban diagnosticados sus principales escollos, corregibles con pequeñas reformas. Se reprodujo la irracional y costosa “colombianada de desmontar lo que funciona”. 


El puntillazo final a la posibilidad de que jóvenes pobres talentosos se educaran lo daría el Gobierno del Cambio que prometió universidad pública y gratuita para todos sin suficiente capacidad instalada, algo que toma décadas alcanzar. Encima, el enaltecimiento presidencial de la protesta callejera contribuyó a que en 2025 las solicitudes de admisión a la Universidad Nacional fueran las más bajas desde 2008. Allí “se sabe cuándo se entra pero no cuándo se sale” señala un profesor. Miles de pilos pobres hubiesen cambiado su vida, la de su prole, y la de mucha gente cercana. 


El saboteo ideológico a programas como SPP lo alimentan tres prejuicios de izquierda alebrestados por Petro. Uno, idealizar lo estatal demonizando lo privado. Dos, el resentimiento clasista hacia una oligarquía calificada a la ligera de codiciosa y aliada del gran capital contra el pueblo. Tres, la tirria contra la libertad de elegir universidad sin que el Estado intervenga. 


Tras un gobierno mal ejecutor y débil contra la corrupción, sobra detallar los estragos del estatismo e intervencionismo extremos. La narrativa de la oligarquía nacional como gente codiciosa obsesionada por mantener al pueblo ignorante y sumiso es la más tóxica y contra evidente. Desconoce que la educación colombiana requiere apoyo de las élites en las que, además de castas empresariales, hay donantes y sobreviven organizaciones, personas y estirpes con vocación educadora. Luciana Cadahia, exégeta de leyendas, señala que en Colombia la “herida colonial” ha llevado al “pueblo talentosísimo” a las universidades públicas mientras que las privadas entrenan “embajadores del régimen oligárquico”. Ignora que quien la entrevista y elogia es un uniandino de izquierda. Y que “el paramilitarismo infiltró y copó varias universidades estatales”.


REFERENCIAS

Acevedo Andrés (2025). “La colombianada de desmontar lo que funciona”. Entrevista a Pablo Navas, Atemporal #187, agosto 13


Buitrago, Loren (2025). “La U. Nacional registra el menor número de aspirantes en su historia”. El ColombianoAgosto 21


Casanova, Gabriela (2025) “Caída histórica en aspiraciones a la Universidad Nacional: en el primer semestre se registró la cifra más baja desde 2008”. Cambio, Abril 30


EE (2016). “Beneficiarios de Ser Pilo Paga exigen a Uribe una disculpa por su expresión “Ser Pillo Paga””. El EspectadorSeptiembre 13


Londoño-Vélez, Juliana (2023). “Ser Pilo Paga: Impactos indirectos y análisis de costo-beneficio”, Foco Económico, Noviembre 14


Longino, José (2019). “Estudio revela impacto de primeros becados al 100% del Tec”. ConectaAgosto 5


Meisel, Adolfo y Ángela Granger (2022). “Ser Pilo Paga: rompiendo barreras”. RadaR Económico Internacionaldiciembre 21


RS (2016). “La Universidad Mexicana que se inspiró en el programa ‘Ser Pilo Paga’”. SemanaOctubre 9


RS (2018). “El fin de Ser Pilo Paga: las razones por las que no puede continuar el programa”. Semana, septiembre 6

Velásquez Rivera, Jesús (2007). “Historia del paramilitarismo en Colombia”. Historia 26 (1)