lunes, 8 de mayo de 2023

Los esfuerzos por civilizar a Aureliano

 Publicado en El Espectador, Mayo 11 de 2023



Todo el empeño puesto en Madrid por refinar a quien no deja de ser un nostálgico rebelde, a veces un verdadero patán, fueron infructuosos. 


Resultó irónico el viaje de un mandatario untado de pueblo y enfrentado al Congreso hacia un país con pasado imperial y vastas colonias en donde le embutieron rituales militares y monárquicos, le dieron lecciones intensivas de modales y democracia parlamentaria sin que medios socialistas, como El País, destacaran la visita. 


Su discurso en el Congreso de Diputados tuvo como preámbulo la típica falta de respeto con el tiempo ajeno. Impuso su ritmo y se las arregló para acaparar la atención de los asistentes. En el Salón de Pasos Perdidos hay una mesa redonda en la que reposan el Libro de Honor y una bandeja de plata con un bolígrafo. Con dos medallas puestas por Meritxell Batet, presidenta del Congreso y su homólogo del Senado Ander Gil, Petro se acerca lentamente, toma la pluma, se inclina y muestra sus dotes de calígrafo. Escribe, escribe, escribe, escribe, escribe y escribe… no tiene apuro, ni Prisa. Nadie entiende lo que pasa durante cinco minutos eternos. Cuando por fin termina, se relaja el ambiente, le presentan vicepresidentes y secretarios de ambas cámaras y portavoces de los grupos parlamentarios. A solas, Ander Gil ojea lo plasmado por el visitante en una página entera.


Ya en el Hemiciclo, Meritxell Batet, abogada socialista y profesora de derecho constitucional, lee un breve y bien documentado discurso. Destaca la “prolífica reciprocidad” entre ambos países. Menciona a José Celestino Mutis quien ilustró la “riqueza y exuberancia de la naturaleza colombiana”, tal vez pensando en tender puentes con la obsesión del mandatario colombiano por el medio ambiente. La única gaffe, al hablar de Cien Años de Soledad, fue la alusión al coronel Aurelio Buendía. Cabe sospechar que no se trató de un error sino de un amable detalle diplomático: eludir la militancia guerrillera del Comandante Aureliano que machacaron medios y políticos de derecha durante toda la semana. 


El discurso de Petro iba en la dirección contraria. Recordó su pasado insurgente luchando por un mundo mejor. Retrocedió varios siglos y asimiló su gesta a la de Don Quijote de la Mancha, ese soñador que andaba a caballo “deshaciendo entuertos”. Contó cómo su anhelo juvenil, “un ejército de Quijotes buscando la justicia” marcó su existencia. “De alguna manera me convertí en un Quijote”. Aclaró que en un país montañoso no es fácil cabalgar y lo usual es andar a pie. Así, “caminábamos de arriba a abajo en las altas montañas tratando también de encontrar la justicia, de encontrar el amor, de cambiar el mundo”.


En la versión más romántica que se pueda imaginar de la lucha armada en América Latina concluyó que “los Quijotes nos enseñaron esa manera de hacer la política” que, además, considera íntimamente relacionada con la búsqueda del amor. 


Se declaró perseguido “simplemente por cabalgar para encontrar la justicia y el amor”. Su vocación de víctima la corroboró en un desayuno organizado por Nueva Economía Forum. Allí confesó que "durmiendo en la casa donde dormía Franco, se me llenó de pesadillas la cabeza”. Casi repetía su angustioso llamado del 1 de Mayo -“no nos dejen solos en estos palacios enormes y fríos”- pero esta vez no se dirigía al pueblo en la plaza, lo hacía ante una “jauría de privilegiados”.


Agregó que con otros libros aprendió sobre el español que “quería construir un mundo nuevo, que quería detener fascismos, que quería soñar, que nos hacía soñar a nosotros, los latinoamericanos”. En un pasaje críptico y provocador, el Aureliano reencarnado recordó a quienes “levantaban banderas libertarias” aclarando que “yo estuve al lado de esos españoles… algunos de sus hijos y de sus hijas nos acompañaron en nuestra juventud, incluso caminando las montañas”.


Para la perpleja audiencia, la figura de españoles cuya bandera derrotada y exilada pudo reencontrarse con “dignidad alzada” al lado de un combatiente del M-19 admite dos opciones: eran asesores de ETA o comandantes del ELN. Sin duda, Petro trata de promover la segunda. Así lo sugiere la ayuda solicitada al gobierno de Pedro Sánchez para sacar esta organización de las listas de terroristas. 


Hay un abismo entre buscar descrestar estudiantes universitarios en EEUU y pretender legitimar la rebelión armada ante un parlamento que la condena sin titubeos y del que convendría tener apoyo efectivo para la Paz Total. Encima, la fábula petrista sobre la guerrilla en Latinoamérica es absolutamente inverosímil para la mayoría de españoles. No sólo por su familiaridad con la existencia del tráfico de drogas sino porque la historia asimilada del conflicto armado es más la de Netflix que la del Canciller Leyva Durán. “Recuerden la serie Narcos”, recomendó el periodista radial Federico Jiménez Los Santos, (los del M-19) “son los que asaltan el Palacio de Justicia para robar los expedientes judiciales de Pablo Escobar Gaviria”. 



REFERENCIAS


Richart, Nuria (2022). “Gustavo Petro, comandante Aureliano, el nuevo líder del comunismo castrochavista”. Libertad Digital, Mayo 32


Jiménez los Santos, Federico (2023) ”La vergonzosa visita de Petro a España”. Federico a las 8, Mayo 5


Petro en el Congreso de los Diputados, Madrid, Mayo 5. Video. Texto del discurso.